I

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— Darcy, ven acá —grité llamando a la pequeña.

Una maraña de cabello castaño claro se vio aparecer por las escaleras, mientras se movía con rapidez.

— Cariño, ¿qué te he dicho sobre bajar corriendo las escaleras? —reñí a la niña, mirándola hacer una mueca culpable.

— Lo siento mamá —dijo mirando al suelo.

— Sabes que lo digo por tu bien. Puedes caer y...

— Romperme un hueso. Lo sé mamá —me interrumpió con cansancio.

Cada día es lo mismo, sin embargo tengo que recordárselo. A sus cinco años, los niños corren mucho peligro.

— Sé que cansa, pero lo repetiré hasta que lo pongas en práctica —dije tocándole suavemente la nariz.

Ella rió ante mi gesto y alzó sus brazos para que la cargara.

— ¿Ha vuelto papá? —preguntó esperanzada.

Sentí la pulsación de tristeza en mi interior ante su nombramiento. Desde hace días que Harry llega más tarde a casa. Algunas veces no duerme en casa, y viene sólo a cambiarse de ropa para volverse a ir. Entiendo que a veces su trabajo puede consumir bastante tiempo, ya que al ser productor y mentor de nuevos talentos, está ocupado todo el tiempo, pero me estaba empezando a preocupar.

— No amor. Pero seguro no tarda —le sonreí a mi princesa para tranquilizarla—. ¿Qué te parece si vas por el bañador y nos zambullimos en la piscina?

— ¡Sí! —gritó con alegría haciendo movimiento para que la bajara.

La deposité en el suelo, para verla subir las escaleras con emoción.

Caminé al living, y tomé el teléfono de casa. Marqué el número de Harry esperando una respuesta a mi preocupación. Dio el cuarto tono y me mandó a buzón.

Harry Styles. Si no te atiendo es porque estoy con mi familia o en el trabajo. Deja tu mensaje y te marcaré luego. Te amo Darcy y luego el tono que indicaba que empezaba a grabar.

— Hola amor. Darcy estaba preguntando por ti, y bueno, ambas estamos preocupadas. ¿Me marcas cuando te desocupes? Te amo —dije para luego colgar.

Últimadamente dejo más mensajes en su buzón que antes.

Darcy se zambulló en el agua y nadó rápidamente hacía la otra orilla de la piscina. Sonreí con orgullo al ver lo bien que lo hacía.

— Hey nenas —gritó alguien desde la entrada.

Giré mi cuerpo encontrándome con la mirada de Zayn sonriendo. Caminó hasta las sillas para tomar sol, y se sentó en una.

— ¡Tío Zayn! —gritó Darcy en cuanto lo vio.

Ví a la pequeña nadar con rapidez hasta las escaleras, y correr hasta donde estaba Zayn.

— Tranquila princesa. Toma la toalla y sécate —dijo entregándole la toalla de las princesas de Disney.

Darcy se envolvió en ella y luego abrazó a Zayn.

— Mamá me compró el juego de los caballitos. Iré a cambiarme y traerlo para jugar contigo, tío Zayn —dijo la pequeña dando saltitos mientras corría dentro de casa.

Zayn rió y me hizo señas de acercarme. Nadé hasta las escaleras, y salí caminado hasta las sillas por mi albornoz.

— ¿A qué se debe la visita? —pregunté sentándome a su lado.

— Vengo a ver a Harry. Me dijo que nos viéramos a las 4 en vuestra casa, así que decidí venir unos minutos antes —explicó.

— Oh, eso está bien. Iré a cambiarme y volveré para hacer unos bocadillos, ¿vale? —sonreí poniéndome de pie.

Zayn sonrió y asintió. Me puse mis zapatillas y caminé para ir a la habitación. Cuando iba a subir las escaleras, la puerta principal se abrió, revelando a Harry cerrándola.

Él miró hacia ambos lados sospechosamente y se asustó cuando me vio en las escaleras.

— Ariana —sonrió nerviosamente.

— ¿Dónde estabas? —le pregunté seriamente ante su comportamiento extraño.

— Estaba en el trabajo. ¿Qué haces así? —preguntó fijando su vista en mi albornoz.

— Vengo saliendo de la piscina. ¿Por qué no me contestabas el teléfono? —seguí mi cuestionamiento.

— Estaba trabajando —repitió irritado.

— Zayn está afuera —le dije para subir las escaleras.

Sentí como mi corazón se oprimía ante su forma de contestarme. Pasado el tiempo, hemos perdido la comunicación. Ya no pasamos tiempo juntos, y la mayoría de las veces que lo hacemos el ambiente es tenso.

¿Qué nos ha pasado?

Terminé de rellenar los pastelillos de chocolate cuando Darcy apareció dando saltitos.

— Papá dice que me llevará a la escuela mañana ¿lo dejas mami? —preguntó esperanzada.

— Por supuesto que sí cariño —asentí sonriéndole.

Coloqué los pastelillos en una bandeja, junto a los cafés, y caminé a la terraza donde Harry y Zayn estaban hablando de lo que supuse que serian negocios.

— Simplemente no puedo creer que hagas esto. Eso es repugnante. No te reconozco —dijo Zayn negando.

Ví como se ponía de pie para marcharse pero al verme llegar se detuvo.

— Tú vales más que todo junto. Recuerda eso —dijo dejando un beso en mi frente.

— ¿Zayn? —pregunté confundida deteniéndole el paso.

— Una semana Styles. Si tú no se lo dices, lo haré yo —sentenció antes de seguir caminando.

Miré a Harry esperando una respuesta, pero todo lo que hizo fue tirar su sombrero al suelo y marchase dentro de la casa echando humos.

¿Por qué entiendo cada vez menos?

Miré a Darcy que tenía los ojitos llorosos.

— Cariño esto no es contigo. No te preocupes, todo está bien —le dije acariciando su cabello.

Ella asintió tragándose las ganas de llorar.

— ¿Quieres un pastelillo? —le dije moviendo mis manos a la bandeja de los que había preparado.

Su rostro se iluminó mientras tomaba uno.

— Gracias mami —dijo con un tono feliz.

Le di un besito en la cabeza, para luego tomar uno también y hacerle compañía comiendo.

Primero pasaría tiempo con Darcy, y luego Harry Styles tendría que explicarme todo lo que está pasando.

We 3: Why try? ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora