VII

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Abrí los ojos suspirando felizmente. Sus brazos seguían a mi alrededor, y su respiración lenta seguía sobre mi nuca. Casi la mayoría del tiempo cuando dormíamos juntos, el primero en despertar era Harry. Él se iba antes de que yo despertara para el trabajo, y volvía, la mayoría de las veces, cuando yo dormía. Me alegré de que finalmente pudiera verle dormir.

Me salí de sus brazos, poniendo una almohada en mi lugar. Él no se movió mucho, pero sin embargo gruñó y habló lo que parecía otro idioma. Me reí internamente.

Recogí la ropa del suelo, poniéndola en el cesto de ropa sucia, y luego caminé al vestidor para ponerme ropa de correr.

Con el embarazo de Darcy había aumentado algunos kilos, y aunque los logré perder, algunas mañanas, cuando tengo ganas, voy a correr por el jardín.

Nosotros vivimos en una linda zona, en Los Ángeles, California. Aunque en un principio quisimos que Darcy se criara en Reino Unido, encontramos una casa perfecta para criarla, en donde nuestro amor comenzó. Este es un sector bastante tranquilo, y el lugar es espacioso. Contamos con piscina, cancha tanto de fútbol, como de tenis y basketball. También un pequeño parque para Darcy, y un laberinto de arbustos con flores. Aunque no tenemos empleados, hay un jardinero que vigila las plantas, ya que la horticultura no se me da en lo más mínimo.

Abrí la puerta trasera al jardín y suspiré de felicidad, cuando el viento fresco mañanero dio con mi rostro. El sol aún no salía, pero el alba colorida pintoreaba en cielo, por lo tanto no tardaría en hacerlo.

Empecé con un breve trote por el camino pavimentado, pero cuando sentí que fue un buen calentamiento, corrí más fuerte. Estuve corriendo por al menos media hora, hasta que mi cuerpo sintió que fue suficiente.

Volví a casa, entrando directamente a la cocina para beber agua, pero cuando entré, Harry estaba ahí hablando por teléfono.

- No, no puedo esta noche. Estoy pasando tiempo con ellas esta semana -dijo susurrando al teléfono-. No me amenaces, que tú eres la que tienes las de perder. No voy a ir y punto -gruñó-. Me cago en la puta contigo, bastante tengo con que ellos lo sepan, y te juro que si te atreves a llegar otra vez, no me importará nada.

Colgó el teléfono respirando entrecortado, con un cabreo evidente. Retrocedí lentamente, hasta chocar con la puerta, dejando en evidencia que estaba allí.

Harry giró la mirada, viéndome de pie a unos cuantos metros de él. Su rostro enojado, cambió a una pequeña sonrisa, que aunque pareciera natural, sé que la estaba fingiendo para que yo no preguntara que era lo que había pasado.

- Me hubieras despertado para correr contigo -me dijo rascándose la nuca.

Decidí que no iba a hablar sobre nada, simplemente esperaría a que él me lo contara, aún cuando tengo muchas dudas y ciertas sospechas en mi interior.

- Supuse que estarías cansado para ello, por lo que te dejé dormir -me encogí de hombros.

Me acerqué a el frigorífico y tomé una botella de agua helada. Rápidamente la bebí, sintiendo el líquido refrescante deslizarse por mi garganta.

- Nunca estaría cansado para acompañarte, cielo -dijo acercándose a mí.

Claro, como todos aquellos meses atrás cuando ni siquiera te acercabas a casa -susurró mi subconsciente.

- Claro, en otra entonces -le dije encogiéndome de hombros... Nuevamente.

Sus manos se posaron en mi cintura en cuanto llegó a mí. Dejó un beso en mi mejilla y luego otro en mi cabeza.

- ¿Quieres que hagamos algo juntos, este fin de semana? -preguntó.

- Me gustaría ir a la playa... Podríamos ir a tomar algo de sol, y hacer algo de riding por la arena al atardecer -propuse.

- Me parece genial.. Y, ¿qué te parece si vamos al mismo hotel dónde nos hospedanos cuando nos conocimos?

- Sería genial -sonreí.

Él me giró y se acercó a besarme suavemente. Puse mis manos en su pecho desnudo, ya que sólo traía unos bóxers puestos, y las paseé por sus tatuajes. El mordió mi labio, y lo tomo entre los suyos chupándolo cuando se separó.

- Mañana entonces -me guiñó-. Le diré a Louis que cuide a Darcy por este fin de semana, así será tiempo de sólo nosotros, ¿te parece?

Asentí, sintiendo que estaba traicionando a Darcy, pero ella entendería, nosotros necesitamos tiempo para avivar la llama que por poco se apaga.

Le di un beso antes de separarme de él, para caminar a las alacenas y empezar a sacar los ingredientes para el desayuno.

- Despierta a Darcy, yo haré el desayuno -le dije.

Él me sonrió antes de salir por la puerta, rascándose una nalga.

Me miré el espejo, sonriendo ante mi correcta elección del outfit. Había optado por una camisa manga larga negra con rayas blancas. El cuello era de tortuga y la tela era bastante suave y fresca. Un short vaquero a media pierna, roto en algunas partes, unas medias de encaje negras, a las pantorrillas, y unos botines negros, de tacón número 3.

Aunque sólo iba a tomar café con Louis, y charlar sobre lo que tanto le atormentaba, me vestí bien, ya que luego iría a visitar a Harry al trabajo. Sí, sé que también es el tipo de ropa que usaría una colegiala, y no una mujer pasada de los treinta, pero aún estoy joven, y los años en mí, no se notan.

Por fin, después de tantos años, me monté en mi viejo convertible plateado sintiéndome sexy. Tantos años de buena alimentación, y ejercicio, me han contorneado aún mejor el cuerpo, y con el outfit que traigo, se resalta cada curva que tengo.

Manejé al café que Louis había decidido. Estaba ubicado en una zona remota, así que supuse que lo había escogido así, para que evitaramos ser molestados, ya fuera por las fans o por periodistas, ya que aunque pasen los años, seguimos siendo perseguidos, aunque ahora no con tanta frecuencia.

Aparqué el auto a un lado de la calle, cuando llegué al lugar, y subí los vidrios de las ventanas. Puse la alarma de seguridad, y bajé del auto. Caminé a pasos decididos, con dirección a la entrada.

Aquí voy.

We 3: Why try? ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora