Capítulo IX

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Seguí observándola por unas cuantas horas más, de hecho solo hice eso, sin dormir hasta que amaneció, Alex me daba curiosidad, quería entrar en lo más profundo de sus pensamientos, quería descifrar el misterio de sus ojos.

Me incline una vez más hacia ella, quería sentir incluso su respiración, pero entonces ella abrió sus ojos, pero esta vez eran mucho más extraños, eran totalmente negros, su esclerótica también era totalmente negra, era como si al igual que el tipo del bosque, no tuviera ojos.

Me aleje de inmediato de ella, no comprendía si eso era real o era producto de mi imaginación ante la oscuridad de mi habitación, ahora me quedaba más que claro que Alex no era una persona normal ¿pero por qué ocultarlo? Ya no sabía a quién tenía acostada en mi cama, de nuevo entorne mi vista en ella, pero seguían igual, hasta que parpadeo y su esclerótica volvió a tener ese color blanco normal del ojo humano

—¿Aidan? —habló casi en un sollozo —¿qué pasa?

—Dime la verdad Alex ¿qué eres? —susurre —no eres normal, Alex … ¿quién carajos eres?

La chica jadeo y rápidamente quedo sentada en la cama, sus ojos ya habían vuelto a la normalidad, y con ello, volvía ese no se que, que podía envolver a cualquiera y hacerlo viajar a los recuerdos más macabros de su mente, pero esta vez no me deje consumir por ellos, esta vez yo manejaba la situación

—¡HABLA DE UNA VEZ, MALDITA SEA! —grite tan fuerte, que la chica dio un pequeño saltito —¿Qué ocultas y por qué lo ocultaste de nosotros? 

—no comprendo ¿de qué hablas?

Solté una risilla irónica y con mi mano tome su mentón obligándola a verme —Desde que llegaste al instituto no confiaba en ti —susurre con ira —intente hacerlo Alex, confíe en ti pero tú nunca confiaste en mi

Alex abrió la boca para hablar, pero antes de emitir alguna palabra, la puerta de mi habitación se abrió con gran fuerza dejando ver a un Lion agitado, algo creo que preocupado

—¡Ella esta abajo con tus padres! —soltó sin más

—¿Qué? —por un momento olvide la pequeña discusión —¿qué paso? Se suponía que estarías al pendiente de ella

—lo se pero… entre al baño por un momento y cuando salí ya no estaba —tomo un poco de aire y continuó —la busque por todos lados y no estaba, quise ver si estaba en la calle pero entonces la vi con tus padres

—¡maldición! —caminé hacia Lion y gire a ver a Alex —quedate aquí, no te vayas

Mi cabeza intentaba procesar todo, la chica sin nombre, los otros de Seattle, Alex y su poco parecido a un ser humano ¿cómo me metí en todo esto? No lo sabia, de hecho yo intentaba llevar una vida como "un chico normal" aunque no lo fuera ni en lo más mínimo, pero ahora es todo lo contrario, lucho día con día para controlar mis impulsos y no me di cuenta en que momento mi vida había cambiado tanto.

Cuando baje rápidamente las escaleras y me dirigí al comedor, solo basto medio asomarme para ver a la chica riendo y hablando con mis padres, como si todo fuera normal, como si fuera una amiga más.

—¡Aidan, cariño! —me recibió mi madre con una sonrisa —Lion buenos días

—Buenos días señora Lauren —habló el chico como si nada —huele delicioso ¿qué prepara? Mataría por comer algo delicioso

Mamá sonrió e hizo un ademán para que los dos tomáramos asiento en el gran comedor mientras alistaba los platos.

—Bajan en el momento perfecto para desayuna —dijo ella

The Others© [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora