Capítulo XI

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Una vez en el pasillo del instituto me detuve en frente de Alex quien no era capaz de mirarme ni mucho menos tenía alguna expresión en su rostro, estaba totalmente neutra, parecía que no estuviera allí

—Lion dejanos solo —dije sin perder de vista a la chica

—¿Estas loco? No puedo hacerlo —negó —seguro y romperás el brazo de alguien más

—Que se jodan los demás si así lo quieren… solo vete

El chico lo dudo unos cuantos segundos, lo note en la forma en que su cuerpo intentaba alejarse, pero el lo impedía, no obstante mi mirada que seguramente estaba llena de furia llego a la suya, entonces el comprendió que debía hacerlo, suspiro agotado, rendido ante mi y empezó a caminar por el largo pasillo, mientras que con su sonrisa iba atrayendo a sus futuras víctimas.

—¿Puedo saber qué hacías con ese? —pregunte indignado —Alex responde

Ella hizo un ligero encogimiento de hombros y solo dijo: —Callate, haces muchas preguntas

El ambiente se había puesto algo raro, se había vuelto tan denso que juraría que se había vuelto palpable. Alex se recostó contra una pálida pared y seguía sin verme a los ojos, cosa que me irritaba.

—Lara podría decirnos todo sobre ellos —hable comprimiendo la ira —quizá descubramos algo importante

—Lara—susurro con fastidio —genial pues ve con ella, a mi ya dejo de importarme

—No te entiendo Alex —mi pecho se estaba empezando acelerar ante su indiferencia —trato de entenderte, juro que lo intento pero solo… solo no puedo

—Lo que intentes hacer o no, no es asunto mío —por primera vez su mirada oscura llego a mi —por mi pueden quitarte la lengua si desean… jamás será asunto mío ¡entendiste!

Alex estaba agotando mi poca paciencia, me ponía al borde de explotar, quería cerrar su maldita boca y que me escuchara de una buena vez, pero no lo hacía porque bien sabía que tampoco tenía las palabras precisas para intentar hacerla entender lo que sentía y eso que ni siquiera yo sabia con exactitud que era lo que sentía.

—¿Qué pretendías con él? —me acerque limitando el espacio que nos separaba

—Nada que te importe —rebatió enseguida —puedo hacer lo que se me apetezca con quien quiera, no es asunto tuyo

—Debes alejarte de él Alex —dije un tanto audible

—Descuida —sonó irónica —después de partirle el brazo él será el que jamás se acercara a mi

—Pero aún así, debes prometer que no te acercaras de nuevo a él —Alex solo se limito a mirarme con su ceño fruncido —¡promételo!

—No lo hare, no me agradas y yo no te agrado —rodo los ojos y se alejo de mi —voy a ir con él y me disculpare y me pondré a su disposición y tú no harás nada para impedirlo

Intente retenerla, pero cuando acerque mi mano ella la golpeo con mucha fuerza mientras entrecerraba sus ojos y emprendía su camino, no llego muy lejos cuando mi voz la detuvo de nuevo

—¡¿Qué paso con lo que dijiste cuando entraste al insti?! —se detuvo —bien recuerdo que dijiste que no te interesaba ninguna relación con ninguno de nosotros…Tss, y no llevas sino unas cuantas semanas cuando ya te estas besuqueando con una escoria como Axel

—En estos días eh aprendido algo muy importante de Seattle —giro a verme por encima de su hombro —nada es lo que parece y Axel no es una escoria
—Hablo tan enojada, casi ofendida

The Others© [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora