The Others© [✔]

Capítulo XIII

Era menos de medio día cuando ya habíamos emprendido nuestra "huida", íbamos en el auto cuando las gotas empezaban a golpear con cada parte del vehículo, Lion iba con Lara, mientras que yo iban con Alex, que por cierto estaba perdida en sus propios pensamientos, como siempre.

No obstante, este silencio era extraño, se notaba que alguno de los dos debía decir algo, más no dijimos nada durante una hora de trayecto. Donde sentía como Alex me observaba en silencio, unos minutos después ese silencio se esfumo.

—¿Exactamente a dónde iremos? —pregunto entre bostezos —porqué tenemos a dónde llegar ¿verdad?

Buena pregunta, bastante buena por cierto, no tenía idea a donde ir y mucho menos tenía muchos sitios a donde llegar

—No lo sé —Murmuré sin despegar la vista del camino

—Genial, huiré con tres psicópatas y no tenemos destino alguno —se quejo la pelinegra

—Un bosque sería una buena opción —me encogí de hombros

—Que poco romántico —susurro ella ironica —podemos quedarnos en un hotel

—Claro —ironice —porque jamás nos buscarían en uno

—en un hotel de paso no —opinó —podríamos irnos al amanecer

Lo pense y lo dude por un rato, pues era la única opción que teníamos si queríamos descansar bien para continuar al otro día, entonces terminé aceptado esa idea, Alex se encargo de llamar a Lion para decirle todo y mientras hablaba con el, vi como ponía sus ojos en blanco unas cuantas veces.

Casi una hora después, aparcamos el auto frente a un hotel viejo, muy antiguo, era uno de esos típicos hoteles que daba vibras a película de terror, pero eso no daba miedo a comparación de los normales del hotel que convivirán por unas horas con cuatro asesinos compulsivos.

Junto a Alex, Lion y Lara, llegamos a la recepción en la cual no había nadie, ni un alma deambulaba por ahí, a mi no me molestaba el silenció, pero Alex estaba perdiendo su mínima paciencia que poseía.

—¿Quién mierdas atiende aquí? —gruño la pelinegra —estoy muriendo del cansancio, quiero dormir y hace frío

—Yo podría rodearte con mis brazos para darte calor gatita

—Cállate Lion —puso los ojos en blanco —por que no vas y busca a alguien que nos atienda ¿si?

El chico la miraba con gracias mientras Alex solo bufaba con gran molestia, los dos siguieron discutiendo como si fueran una pareja, pero no por mucho hasta que una chica muy joven se asomo a la recepción, Lion y la chica compartieron miradas muy candentes mientras Alex los fulminaba con la mirada como novia enojada.

Al final terminamos pagando por dos habitaciones, mientras Lion y la chica seguían coqueteando visualmente. Mientras ellos seguían demostrando su atracción, los tres nos encaminamos a las habitaciones. Pasamos por un gran corredor viejo y algo sucio para poder encontrar las respectivas, a mitad del pasillo encontramos la primera habitación y segundos después apareció Lion tras nosotros con una gran sonrisa ladina, mientras rodeaba a cada chica con uno de sus brazos por encima de los hombros.

—Yo puedo sacrificarme y dormir con estas dos bellezas —hablo el rubio rompiendo el silencio —estaría más que encantado

—Prefiero yo misma tirarme de un puente a dormir contigo —vocifero la pelinegra

—¿Qué tiene Gallagher que no tenga yo? —fingió molestia

—No dije que dormiría con él —murmuró