The Others© [✔]

Capítulo VIII

Lion detuvo el auto y por primera vez me miro con desconcierto en su rostro.

—¿A caso no quieres deshacerte de unos cuantos? —lo mire con curiosidad —¿a caso tienes miedo?

El chico jadeo y entorno su mirada hacía mi —hagámoslo

Nos bajamos del auto, solos, sin Alex y caminamos hasta un lado de la carretera casi sombrío, apenas era detectable ciertos movimientos de uno de ellos, Lion y yo nos fuimos cada uno por un extremo, el fue por la derecha y yo por la izquierda, aguardamos, callamos y luego… emboscamos, estábamos frente a eso y a diferencia de los otros dos, su cara era normal, era una chica, una linda y hermosa chica.

Piel pálida como Alex y Lion, ojos de un color grisáceo tan claro que parecían ser transparentes, pestañas casi de muñeca, cabello color miel y en su fino rostro, descansaban unas claras pecas.

—Vaya vaya —susurro Lion —que lindo ser

—¿Qué hacen aquí? —hablo la chica con un tono de voz autoritario, pero encantador —no se acerquen o yo…

—¿Vas a matarnos? —la enfrente —lo siento pero si habrá un muerto aquí, serás tú

Cuando di un paso para acercarme a ella, una mano tomo mi tobillo, una mano fría y con un agarre muy débil, guie mi vista hacía el suelo, había un tipo, un tipo con el abdomen casi abierto, estaba sufriendo y con dificultad pedía ayuda.

—Entonces si son ustedes los causantes de los asesinatos —dijo Lion

—¿y que si lo fuéramos? —contraataco la chica

De una patada me decide del agarre y esta vez fui veloz y pose mi cuchillo en su cuello —Es que estas en mi territorio

—¿Tú territorio? —sonrió burlona —Aidan, Aidan… Aidan —chasqueo su lengua —entonces si es nuestro territorio también

¿Aidan? ¿A caso me conoce?

—Acaba con ella de una vez Gallagher —dijo Lion, con un tono agresivo

—No, espera —suplico la chica —yo no lo hice, lo juro

—¿Por qué habría de creerte? Eres una de ellos

Por un momento se hizo un gran silencio y algo extraño paso, la chica dejo de forcejear y de sus ojos escaparon lágrimas ¿a caso tenía miedo? Imposible ¿o si?

—El ya estaba así —confeso con dificultad —yo solo quería ayudar… no soy como ellos, pero ustedes no son tan diferentes a ellos

—¡Mientes! —vociferó el rubio —eres una de esos asquerosos carroñeros

—Calla imbécil —dijo ella —quiero hablar con el cerebro, no con el idiota

El chico no dijo absolutamente nada, pero en sus ojos un brillo de fascinación se hizo muy notorio al escuchar a la chica misteriosa.

—Bien —accedí a soltarla —¿cómo se suponía que pretendías ayudarlo? —la chica bajo un poco su cabeza como si tuviera pena —solo hay una forma de hacerlo… acabando con su patético pero deleitante sufrimiento.

El tipo parecía aún ser capaz de comprender lo que decíamos, ya que con un poco de miedo y terror en sus ojos casi suplico ¿pero de que servía? Ya estaba más muerto que vivo, entonces me incline a su lado y lo detalle a la perfección, era un chico moreno de cabello ondulado, ojos marrones y de inmediato lo reconocí, era un chico que vivía cerca a Lion.

—Yo te conozco —le susurre —hace unos días te burlaste de Lion ¿no es así?—el chico negó entre lagrimas —oh si, claro que lo hiciste… ¿lo recuerdas Lion?