Amor de mi vida

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Bajó las escaleras y efectivamente, las chicas la estaban esperando, luego de que David se marchara, se quedó en la habitación, terminando de acomodar su apariencia, demoró unos minutos y su padre le avisó que ya Mary, Emma y Ruby, acababan de llegar.

"sinceramente quisiera saber, qué fue lo que le hicieron a David porque parecía que iba para un entierro, en vez de a una noche de tragos con los amigos", resaltó Zelina con su tan característico sarcasmo, dedicándole una mirada algo evidente.

"no le vi nada extraño a mi yerno", saltó Cora con orgullo, siempre quiso que su hija más pequeña reconociera sus sentimientos por su ahijado para verlos tan felices como los veía ahora, ella más que nadie sabía lo que le ocurría, simplemente, le costaba trabajo desprenderse de su esposa, ¿acaso era tan difícil de entender eso?

"sigue defendiéndolos", la pelirroja se sintió derrotada, además, su padre también se puso a favor de Cora, contra ellos, se quedaba tan chiquitica como una hormiga, "cambiando el tema", disimuló, "empaquemos las cosas", Regina observó como su hermana se enredaba y se desenredaba solita, las chicas tenían dibujada una sonrisa en sus rostros, no la exteriorizaron, quizás por respeto, pero se notaba su diversión.

"traje vino espumeante", aportó Mary, si su familia se dedicaba al negocio de los vinos, ella era la indicada para esa tarea.

"Ruby y yo trajimos las tostadas de mozzarella como prometimos", Emma no quería quedarse detrás.

"mi abuela las preparó con mucho amor", de inmediato le comentó que saldría de picnic con las hermanas Mills, se brindó con mucha voluntad para colaborar, utilizando una receta de su abuela, que se transmitió de generación en generación.

"tu abuela tiene fama de ser una excelente cocinera", Cora elogió a Granny, cuando joven, acudió a ella para recibir varios consejos culinarios.

"mamá preparó la ensalada", Zelina no se imaginó que ella fuera capaz de mimar tanto a su hermana, el pozuelo que contenía el platillo preferido de Regina, le dio argumentos suficientes para saber lo equivocada que estuvo.

"el auto está listo", entre ella y Henry, salieron de la mansión para alistar su auto, el que después de tantos meses, utilizarían para su aventura nocturna.

"llevemos todo", cada cual puso su granito de arena y colaboraron con la causa.

Una hora más tarde, llegaron al parque, organizaron la manta, las cestas de mimbre, las copas y las botellas, se sentaron en el suelo con los pies cruzados formando un círculo entre ellas, sostenían una amena conversación, a la misma vez que merendaban.

"ni Chris ni yo encontramos un lugar nuestro", se lamentó Mary, estaba del lado de Regina.

"te puedo ayudar", Zelina era la alcaldesa, "déjame eso a mí", firme le aseguró.

"gracias", le sonrió en agradecimiento.

"¡levanten sus copas!", exclamó Ruby, "estamos juntas, somos amigas", enumeró las razones por las cuales, debían celebrar.

"¡salud!", dijeron a coro, bebieron un sorbo y de repente, Regina se levantó, se quedaron sorprendidas.

"¡vengan!", las invitó a que la siguieran en la diversión, se dirigió a las hamacas, necesitaba encontrar alguna distracción, extrañaba a David y si ocupaba su mente dejaría la melancolía a un lado.

Se animaron balanceándose como niñas chiquitas, soltando desmedidas carcajadas, liberando el estrés de haberse convertido en mujeres adultas con responsabilidades, ocupaciones y preocupaciones, luego, casi sin aire, se acostaron encima de la verde hierba a mirar las estrellas hasta muy tarde en la madrugada que regresaron a sus casas para descansar, al otro día, tenían que trabajar.

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