Camino a Gringolandía. /Killermare./

Un malentendido.

– ¡Caníbal, esto es un malentendido, yo no me lo quería cojer!– dijo con bastantes nervios el de tatuajes, soltando a su contrario de manera rápida.

– but if you told me that you wanted to fuck me harder than all the whores you've fucked...~ [pero tú me dijiste que querías cogerme más fuerte que a todas las putas que te has cogido.]– volvió a decir en un tono coqueto, pasando sus manos por el duro pecho ajeno igualmente de manera coqueta, para joder su reputación.

– ¡Ay no, tanto que nos dice que si somos gays nos corta el pilín, y mirelo, usted desafiando las leyes de la física!– se burló soltando unas cuantas carcajadas, notando como su patrón se enojaba cada vez más. –Bueno, los dejo solos para que terminen lo que empezaron.– cerró la puerta, retirándose del lugar, justamente para comentarle a "cuero" lo que había visto.

– Mierda...– dijo el güero, apartando al otro para sentarse en la cama; empezó a colocarse sus zapatos.

– Daddy, aren't you going to stay and play with me for a while?~ [Papi, ¿No te vas a quedar a jugar conmigo un rato?~]– se sentó detrás del contrario, para acariciar suavemente su espalda, pasando sus manos por sus hombros para mejor masaje.
Aunque realmente, solo quería joderlo.

– ¡Quita pa'lla, pinche gringo joto! De haber sabido que serías así de caliente, mejor te hubiera dejado allá tirao' en un lote baldío.– le dijo completamente furioso, terminando de ponerse sus zapatos.

– do you think i'm hot, daddy?~ [¿Crees qué soy caliente, papi?~] – preguntó coqueto y un tanto sonrojado, pasando sus manos por sus piernas, con intención de asustarlo por el lugar que podría llegar a tocar.

–¡Chingado, eres bien calenturiento! ¡Quita!– un sonrojo leve se formó en sus mejillas; lo quitó de manera un tanto brusca, dejando que cayera el peso de su secuestrado en la cama.

El otro solo dió unas risillas, era divertido verlo de esa manera, aunque por parte del patrón, no era para nada divertido lo que estaba haciendo, ¿Qué pensarían los demás? ¡Él no era gay, para nada! El que era definitivamente gay era su compañero, además de ser gay, era toda una molestia.

Ya lo había hecho quedar mal con el caníbal, ¿Ahora con quién lo haría quedar mal?

Sería mejor no tenerlo a su lado, aunque aún así, debía enseñarle algunas cosas sobre defensa personal, pues sabía que las cosas en el país aún estaban calientes, se necesitaba tomar medidas de precaución por si intentaban invadir su hogar, y robar todo el dinero junto con la merca que tenía dentro de aquella casa.

Aunque no fuera la única casa donde tenía sus cosas organizadas, había una gran fuente de cocaína dónde estaba justo ahora, no podía arriesgarse y proteger todo el tiempo al de tez pálida.

Así que debía enseñarle a valerse por sí mismo, pues a su parecer, todos los gringos se confiaban de los policías inútiles y racistas que habían en su estado, eran unos descuidados.

Pensaban tener tanta seguridad que ni siquiera aprendían un mínimo de defensa personal en caso de un ataque o secuestro.