𝙍𝙚𝙨𝙪𝙢𝙚𝙣: Mackenzie nunca esperó que su primer beso fuera con la compañera de trabajo de su padre.
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— .. Y entonces ahora tengo que buscar a personas que ayuden con la mudanza.. - hablaba Tony mientras metía una papa frita a su boca. Resopló cuando se dio cuenta que la adolescente frente a él ni siquiera lo oía. — Y.. ¿Ya mencioné que me encanta ser ignorado?
Mackenzie parpadeo y miró con culpabilidad a su padre.
— Uh, lo siento, Papá. — soltó un suspiro mientras apoyaba los codos en mesa. Casi pudo apostar que se hubiera ganado un golpe por parte de su madre si estuviera ahí. — Solo estoy.. Nerviosa por mi cumpleaños.
Tony juntó las cejas.
— ¿Por qué?
— Mamá quiere llevarme con ella a París. — gimio. Tony abrió su boca.
— ¿Para tu fiesta de cumpleaños? ¿Que? ¿Perdió la cabeza esa mujer?
Mackenzie gruñó y le tiró una papa frita.
— No te burles. — Tony solo rió ante la molestia de su hija. — ¡No quiero ir a París! Solo.. Quiero quedarme en casa y comer frituras.
Al escuchar sus planes puso los ojos en blanco.
— Estoy empezando a alegrarme que tu madre te obligue ir a París. — confesó Tony. Mack hizo un puchero. — Pero si lo que quieres es algo simple tú dejamelo a mi.
Mackenzie la miró de manera burlona.
— Eso no me da mucha confianza.
— ¿Que? ¿Por qué no? — la miró indignado. Tomó sus manos. — Te divertiras, ya verás.
Mackenzie suspiró con resignación.
— Esta bien.. No puede ser tan malo ¿verdad? — Tony se mofó.-— Mientras estén mis amigos..
— Confía en tu padre ¿quieres?
— Bien..
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