APX

El visitante

─Creo que te estás refiriendo al encuentro que tuviste con cierto tipo de entidades.
─Sí, Adrián.Que buen adivino eres. Me estoy refieriendo exactamente a eso.Por cierto, aún no logro quitarmelas de encima.
─Tal vez mi presencia en aquel lugar atrajo su atención. Pero, te aseguro, que aquello fue cosa de las líneas de influencia, además, tú solito te metiste en la boca del lobo. No debiste acercarte tanto a ellas y menos, mostrar hostilidad.
─Lo mismo me dijo Rafa.
─Y con mucha razón.
─¿Tu viste lo que pasó?
─Sólo en parte. No ví lo que sucedió después de que te llevarán. Pensé que no te devolverían.
─Bien, Adrián¿Y podrías explicarme cómo hiciste para entrar en un cuartel militar a las dos de la madrugada?
─Esa fue la parte más fácil. Lo más difícil fue dar contigo.
─Claro. Por supuesto. Esa debe ser la cosa más fácil del mundo. Perdoname por hacer una pregunta tan estúpida. Pero, aún así, me gustaría saber como hiciste para entrar.
─Mi cuerpo seguía en el norte, cuando te visité.
─¿No estabas en tu cuerpo físico?
─Lamento desilusionarte, pero no estaba dispuesto a hacer un viaje tan largo, para hacerte una visita tan corta.
─¿Y cómo esperabas que notara tu presencia? Apenas tenía instrucción.
─¿Y para que iba yo a querer que notarás mi presencia? Eso era lo que menos me interesaba. Sólo quería observarte.