𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝒶𝓁𝑔𝑜 𝓉𝑒𝓇𝓂𝒾𝓃𝒶, 𝓋𝒾𝑒𝓃𝑒𝓃 𝓂𝑒𝒿𝑜𝓇𝑒𝓈 𝒸𝑜𝓈𝒶𝓈:

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Para tú suerte no te habías encontrado a nadie en el camino para tu dormitorio y tampoco se encontraba Alysa.

Llegando fuiste directo al baño y abriste la regadera, sin esperar a qué se calentara el agua, metiste tu cuerpo bajo el agua, pues es lo qué necesitabas para bajar la temperatura de tu cuerpo.

En lo qué sentías como el agua recorría tu cuerpo, vinieron flashbacks a tu mente de lo qué acababa de pasar con tú profesor de inglés, el profesor Stan.

Cómo es que se sentía sus labios sobre los tuyos, cómo se sentía sus manos recorriendo todo tu cuerpo, cómo se sentía cada mordida qué daba, cómo se sentía el buen trabajó que estaba haciendo su lengua y dedos en ti.

Soltaste un pequeño suspiro, ahora la única pregunta qué rondaba por tu cabeza era...

¿Cómo se sentirá ser completamente suya?.

Después de un rato, lograste que tus pensamientos se tranquilizaran, cuando saliste de tu baño ya arreglada, te sentaste en tu escritorio y comenzaste a sacar las cosas de tu mochila, hasta qué escuchaste qué golpearon la puerta de tu dormitorio.

-"Daila se qué estas ahí adentro"— escuchaste la voz de Marc -"vamos Daila"— con cada palabra subía la fuerza de los golpes.

El pánico se apoderó de tu cuerpo, ¿sé habrá enterado de lo qué pasó con el profesor Stan?.

-"¿Qué pasó?"— le preguntaste una vez qué habías abierto la puerta.

-"¿Crees qué no me iba a enterar?"— grito en lo qué entraba a tu cuarto.

¿Cómo se había enterado tan rápido?.

-"No sé de qué hablas"— dices sonando lo más tranquila posible.

-"No te hagas la tonta Daila"— cada vez el volumen de su voz se elevaba.

-"Puedes tranquilizarte"— dices alzando la voz por primera vez.

-"¿Cómo quieres qué me tranquilice si me enteró qué a mi novia su profesor de inglés la dejó hasta su dormitorio?"—

Todo tenía más sentido, pero la persona qué debía de estar actuando así eras tú ¿o apoco a él fue al que dejaron solo a la mitad de la fiesta?

-"Me drogaron Marc, di gracias qué al menos me ayudó"— dices en lo qué tratabas de tranquilizarte

-"¿Pero por qué nuestro profesor de inglés?"— te preguntó en lo qué se acercaba a ti

-"Yo no pedí que fuera él"— dices en lo qué fruncias el ceño "pero qué bueno que fue él" escuchas la voz de tu mente.

Viste qué Marc se alejo de ti y comenzó a caminar en círculos en lo qué pasaba su mano por su cabello con desesperación, hasta qué soltó una pequeña risa, por lo qué tú solo pudiste arrugar la nariz.

-"Eres una maldita..."—

-"¿Perdón?"— lo interrumpes en lo qué dabas un paso al frente.

-"Esto no estaría pasando si tu no te hubieras ido de la fiesta"—

-"Me dejaste sola... en medio de desconocidos, ¿qué querías que hiciera?"— dices y diste otro paso al frente.

-"No te deje sola"—

-"De verdad eres imposible"— 

-"El sentimiento es mutuo"— dijo en lo qué se acercaba a ti.

"Daila abre los ojos ya" escuchaste esa vocecita de tu mente y eso fue el empuje de hacer algo qué debiste de hacer desde hace más de un año.

-"Sabes qué Marc... púdrete"— dices resaltando la ultima palabra.

-"¿Quién te crees para hablarme así?"— te preguntó con ironía.

-"Sal de mi cuarto"— dices en lo qué caminabas hacia la puerta.

Pero en eso sentiste qué te jaló del brazo y chocaste contra su pecho, aunque habías pasado por una situación similar hace unos momentos, no estabas sintiendo la misma sensación.

-"Te voy a dejar algo muy en claro Daila, TÚ NO PUEDES OPINAR NADA EN ESTÁ RELACIÓN"— dijo en lo qué te agarraba fuertemente de la barbilla.

-"Marc suéltame me estas lastimando"— estabas tratando de zafarte de su agarre, pero cada vez se volvía más fuerte.

-"No eres nadie para qué me digas qué hacer"— dijo en lo qué te quejabas del dolor.

-"Marc"— trataste de decir en lo qué sentías como una qué otra lágrima se escapaba de tus ojos.

Con cada palabra que decía te estabas sintiendo chiquita, inútil, miserable, nunca te habías sentido de esa manera gracias a alguien.

-"Marc suéltame"— dices y lo empujaste haciendo que chocara contra el escritorio de Alysa.

-"Eres una maldita"— dijo.

De la nada sentiste cómo te daba una cachetada, haciendo qué te dejará la marca de su mano en tu cachete y llevaste tu mano a dónde habías recibido el impacto.

-"Nunca fuiste algo para mí, entendiste... NADA"— dijo en lo que caminaba a la puerta.

Y esa fue la primera vez qué alguien te había pegado, ¿cómo es qué habías permitido qué llegará hasta ese punto?, escuchaste como azotó la puerta y te echaste a llorar, después de 2 años de relación, te habías dado cuenta de cómo era realmente.

-"Oye, ¿qué crees?... ¿que te paso?"— escuchaste la voz de Alysa.

-"Marc"— trataste de decir entre tus sollozos y caíste de rodillas.

Querías ser fuerte en ese momento, pero era tanto el shock que no sabías cómo reaccionar, sólo sentiste los brazos de Alysa rodearte y te soltaste a llorar.

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Después de qué te tranquilizaras y de qué Alysa te consolará, no sin decirte antes un "te lo dije" de la mejor manera, estabas acostada en tu cama, había sido un día lleno de emociones, buenas y malas, estabas cerrando poco a poco tus ojos hasta qué escuchaste una notificación de tu celular.

Desconocido: Soy Stan, te iba a mandar mensaje más temprano pero se alargó la junta.

No sé preocupe, espero qué le haya ido bien.

Stan: Si, gracias.

Stan: Tengo qué hablar contigo, pero no puede ser en la escuela, ¿puedes el sábado?.

Si claro.

Stan: Perfecto, te mando la ubicación, buenas noches muñeca.

Buenas noches profesor.

📍Ubicación📍

Una gran sonrisa apareció en tus labios cuando leíste el apodo qué te había puesto, olvidaste por completo lo qué pasó en la tarde con Marc y era algo que necesitabas, sabías qué no era del todo correcto lo qué estaba pasando entre tú y el profesor Stan, pero era ese remolino qué necesitabas en tu vida, qué aunque fuera un "remolino" lo qué estaba pasando entre ustedes dos, te sentías segura.

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Espero qué les haya gustado el capítulo, recuerden dejar su votito <3

Sin más.... los quiero mucho.

Señ... Profesor Stan (Sebastian Stan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora