infieles

Final

Maggie

Hans Austen Ellery, de esa manera fue registrado nuestro hijo dos días después de llegar a la ciudad. En un principio y al enterarse por teléfono de los verdaderos motivos de mi huida mis padres intentaron molestarse. Todo cambió cuando conocieron a su nieto y lo tuvieron en brazos, estaban felices por saberse abuelos.

Con quien si tuve un poco más de dificultad para ser perdonada fue con Nathan. Se sintió ofendido por no contarle la verdad o llamarle para narrarle lo que había pasado. Estaba segura de que de decírselo se lo diría a Justin, con quien había creado una amistad más allá del lazo familiar que contaba.

La nube gris en todo esto fue lo que ocasionó mi escape con el juicio contra Connor. En esta decisión mis padres tuvieron mucha responsabilidad al no mencionarme al hablar con ellos sobre las citaciones que enviaban. Fue su manera de congraciarse con Connor y ayudarle de alguna manera, lo negaban, pero Justin, Nathan y yo, no teníamos dudas de que lo ocultaron adrede.

Nathan no tuvo de otra que aceptar el trato que la fiscalía hizo con Connor. Que no era otra cosa más que acudir a terapia. Pero, logró una orden de alejamiento de 200 metros. Al huir solo pensé en mi hijo y en Justin, no tuve presente nada más.

No me arrepentía de nada.

¿En cuanto a Keira? A seis meses de Justin recibir su libertad, ni él o yo hemos sabido de ella. Todos tenemos un hecho del pasado que no nos gusta mencionar. Sabíamos de su padre y gracias a la ayuda de la madre de Justin hemos decidido enterrar esa etapa y no volver a hablar de nada que no sea nosotros y nuestro futuro.

Nos casamos en una boda sencilla, realizada por el ministro, mi familia y los pocos amigos que aún seguían con ambos. De parte de la familia de Justin solo llegaron su hermana y madre.

Bruno Austen, fue invitado por insistencia mía en un intento de unirlos, pero no llegó. Ni siquiera lo hizo para conocer a su nieto. Un comportamiento que no sorprendió a su familia, pero sí a mí y me afectaba. Odiaba aquella sensación de ser la causante de todo. Hice todo para impedir una brecha más grande y eso solo era posible no dando detalles precisos de la discusión entre su padre y yo.

Aun así, Justin tenía una idea de los hechos y el resto aseguró lo dedujo con base en cuanto conocía a su padre. Mi hermoso alemán continúa trabajando en la misma compañía y de a poco ha adquirido respeto dentro de ella.

Con Nathan frente a Austen's (una manera de congraciarse con la madre de Justin quien le pidió no abandonar a su esposo) y yo esperando que mi hijo tenga la edad suficiente para empezar a estudiar ... el pasado doloroso había quedado atrás.

—No te sientas mal —comenta mi hermano deteniendo el auto en el súper y ambos salimos —tuviste tus prioridades, el resto no importa. Debo admitir me hubiera gustado que pagara, pero tiene la anotación por agresión y la orden de alejamiento que haré que cumpla.

Saca a Hans de la silla y lo toma en brazos, suele sostenerse de su corbata y/o jugar con ella. Nathan es el tío más alcahueta que existe y mi hijo parece saberlo pese a su corta edad. Apoya su rostro en el pecho de su tío con su manito sosteniéndose de la corbata.

Mi hermano sonríe besando su rostro lo que le hace sonreír. Su rostro es redondo y su cabello castaño claro cae en su frente. El color de su cabello es como si hubieran lanzado el negro de su padre, el rubio mío y de esa mezcla saliera el suyo. Siendo claros al tocarle los rayos del sol y oscuro en algunos momentos.

"—Es perfecto" suele decir su orgulloso padre al respecto de ese tema.

Mi hermano había llegado de visita justo en el instante en que salía de compras y quiso acompañarme. Seguíamos siendo buenos amigos y renuente a hablar sobre su vida sentimental. El ruido de su móvil y verle alejarse es la prueba de lo que sospecho.