27- Preparativos II

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Ya eran las 4 de la tarde y Tony salía de su oficina, el día de hoy Peter se quedaría en casa ayudando a su padre en el taller por lo que no tendría que preocuparse de que el menor esté en la calle. Llegó sin complicaciones al apartamento de Steve, este le abrió la puerta y le pidió que pasara, Tony entró temeroso, últimamente pasaban mucho tiempo a solas.

-¿Qué hacemos aquí Steve? –el mencionado sonrió, disfrutaba lo que causaba en Tony sin entender lo que Tony causaba en él-

-Un pastel –dijo Steve llegando de la cocina con un delantal amarrado a su cintura y uno para Tony- Haremos el pastel de cumpleaños de Peter

-Te puedo asegurar que lo último que le regalarías a alguien sería algo cocinado por mí –Steve rio-

-Por eso lo haremos juntos –el rubio le puso el delantal a Tony, amarrándolo a su cintura rozando levemente su espalda baja y sintiendo el aroma que desprendía la nuca del castaño-

Ambos comenzaron a sacar ingredientes de las diferentes estanterías de la cocina sin saber realmente que debían hacer, entre risas y juegos pasaba el tiempo hasta que Tony intencionalmente sopló harina en el rostro de Steve y este en venganza llenó su cara de chocolate, parecían un par de niños traviesos hasta que el desorden que habían causado los obligó a detenerse, Tony agradeció en sus adentros no tener que limpiar todo eso.

-¿Me pasas las chispitas de colores? –Tony asintió y Steve sonrió, si mal no recordaba esas estaban encima de una de las estanterías, lejos del alcance del castaño que luchaba por cogerlas hasta que sintió la risa de su jefe-

-Lo hiciste a propósito Steve –ambos empezaron a reír y Steve tomó las chispitas de colores, empezando una nueva pelea que quedó interrumpida por Peggy que llamaba a Steve-

Steve tomó al castaño de la mano y lo condujo hasta su habitación, abrió el closet y apartó un poco de su ropa para esconderse con el menor en su interior. Peggy no tardó en llegar a la habitación, pero estaba vacía a sus ojos, ignoraba que Steve estaba en el armario abrazado a la cintura de Tony tapándole la boca con su mano libre mientras este detallaba los rastros de pastel en su rostro. Peggy salió de allí con resignación y Steve separó su mano de la boca de Tony sin darse cuenta de que esta fue a parar a su cintura. Estuvieron un rato así, mirándose, perdidos en los labios y los ojos del otro.

-Ya se fue –Tony fue el primero en romper el silencio-

-Sí

-Ya…podemos salir –estaban atrapados en los ojos del otro, Tony tenía su mano en el brazo de Steve-

-Tienes la piel chinita –Steve comenzó a susurrar subiendo la temperatura de Tony que ya comenzaba a sudar por el roce de este en su cintura buscando meterse en el interior de su camisa- Tienes chocolate ahí

-¿Dónde? –Tony tenia rastros de chocolate cerca de labio inferior, ante los ojos de Steve esa imagen era deliciosa-

-En los labios –Tony comenzó a pasar su lengua lentamente por sus labios atentando contra la cordura del rubio que solo pensaba en devorarlo-

-¿ya? –Steve abrió ligeramente la boca y atrapó los labios de Tony en un beso torpe y necesitado que pronto se volvería uno lento y ardiente, devoraban sus labios con necesidad
Mientras en otra parte de la ciudad una distraída Natasha seguía buscando trabajo cuando sin querer cruzó la calle con el semáforo en rojo, el auto frenó drásticamente sin causarle el menor daño. De su interior descendió Clint que asustado se acercó a ella.

-¿Esta bien señorita?  

-Tu eres…el chico de la subasta, Clint ¿verdad?

-Te acordaste de mi nombre –el hombre sonrió ilusionado-

-Sí, perdón por lo del auto, estaba distraída, es que llevo toda la mañana dando vueltas y no encuentro trabajo en ningún sitio –se detuvo rápidamente al mirar la mirada embobada de Clint- Perdón, te estoy molestando, disculpa, mi amigo Tony siempre dice que hablo mucho y tiene razón

-Natasha –la paró en seco- Me encanta oírte hablar, y no, no estoy ocupado, pero estamos en medio de la calle –la pelirroja miró apenada su alrededor- Venga, te invito a un café

El par ingresó al auto y estacionaron cerca de un café local muy cerca de donde se encontraron, al llegar cada 1 pidió su orden.

-Clint, ¿por qué te fuiste aquella noche?

-Pues, te vi con tu novio y no quise estorbar. Por la cita no te preocupes no tienes por qué ir, es solo….

-James no es mi novio –la pelirroja sonrió y el ojiazul quedó atrapado nuevamente-

-puedo preguntar… ¿por qué te beso?

-la verdad no lo se

-te…mmm… ¿te gustó? –Natasha sonrió, disfrutaba la compañía de Clint, levantaba su autoestima poner nervioso a un hombre tan guapo-

-No era lo que esperaba, quizás…quería que alguien más me besara

-¿Yo? –los ojitos de Clint se llenaron de lágrimas de emoción-

-No lo sé –le devolvió una sonrisa que llenó el corazón de Barton- Ya veremos Clint Barton   

Los feos no ligamos con guapos STONY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora