14- Una gota de agua en el desierto

188 19 0
                                    

Steve se había pasado el día en el hospital, intentando convencer a Tony de ir a casa por un cambio de vestuario y unas horas de sueño a cambio de cuidar a su mamá en ausencia del castaño. Ha recibido varias llamadas de Peggy, pero las ha ignorado. Se encontraba sentado en la habitación vacía de la mamá de Tony cuando la pelirroja que vio en la mañana llegó a abrazar al mencionado seguido de un hombre de avanzada edad.

-Tony… ¿Dónde está María? –preguntó el señor viendo la cama vacía-

-Mamá entró hace un momento a cirugía –el hombre empezó a llorar de la emoción y Natasha y Tony lo abrazaron con la intensión de contener sus lágrimas, para Steve, esa era la imagen de amor más sincera que haya visto jamás, por un momento, solo por una milésima de segundo, quiso ser parte de ese abrazo- Alguien muy bondadoso pagó nuestra cuenta del hospital –Natasha digirió las palabras de Tony y miró a Steve que pareció entender que la pelirroja era muy observadora, este solo se llevó un dedo a los labios para que no dijera nada y esbozo una sonrisa que imitó la amiga del castaño-

-¿Y usted quién es?   

-Mucho gusto señor, soy Steve Rogers, un amigo de su hijo –el interior de Tony se revolvió-

-Es mi jefe papá

-Howard Stark, mucho gusto y gracias por estar aquí, entiendo que debe ser una persona muy ocupada y no dispone del tiempo para estas situaciones, pero que bien que se preocupe por el bienestar de los empleados. Entre los 4 se formó un ambiente agradable que concluyó cuando Howard convenció a Tony de ir a casa a descansar un poco a cambio de quedarse él en el hospital, pues Natasha debía trabajar y le tocaría el turno de noche. Steve se ofreció a llevar a la pareja, dejando primero a Natasha en su trabajo y luego a Tony en la puerta de su casa.

-Vives realmente lejos de la empresa, ¿Cómo le haces para llegar a tiempo?

-Me levanto muy temprano y tomo el metro, es que le prometí a Peter que le daría de desayunar cada mañana…aunque hoy no pude

-Tony, debes descansar, no puedes hacerte cargo de todo, por eso en lo que tu mamá se recupera yo seré quien se encargue de Peter

-No hace falta señor St…

-No más señor, desde ahora seré solo Steve ¿ok?

-Sí se…Steve

-Descansa Tony

-Hasta mañana se…Steve

Tony bajó del auto sin ver la sonrisa que había dejado en el rostro de Steve, el castaño movía algo en su interior, una necesidad de protegerlo de todo lo embriagaba cuando estaba cerca suyo, no tuvo mucho tiempo para pensar en eso pues su prometida lo llamaba una vez más, contestó la llamada de vuelta a la realidad y se dirigió a su piso esperando una buena pelea.       

Los feos no ligamos con guapos STONY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora