Los feos no ligamos con guapos STONY

2- Rogers Fashion

Como seguro habrás escuchado alguna vez, hay quien nace para ser estrella y hay quien nace estrellado, Steve Rogers, era una estrella. A sus 30 años goza de un físico escultural y una cara tallada por los mismísimos dioses, un cabello rubio casi dorado y una mirada tan azul y profunda que harían envidiar al mismo cielo. Está nervioso, camina de un lado para otro en el hermoso central park, pero no porque está a punto de pedirle matrimonio a su novia de toda la vida sino porque el día de hoy se decidirá si es jefe de la empresa familiar.

-Está a punto de llegar brou –su amigo Bucky acaba de hablarle para avisarlo de la llegada de su futura prometida

-Ya la veo

Steve había organizado un almuerzo al aire libre en central park, el día estaba precioso, el clima completamente agradable, solo una nube negra justo encima de su locación, si creyera en las señales diría que esa no era una muy buena.

-Steve, ¿Qué es todo esto? –Peggy llegó, con mirada soñadora interrogaba a su novio-

-Esto amor –se arrodilló frente a ella- es una propuesta de matrimonio, ¿aceptas?

-Claro mi amor, claro que acepto Steve –con lágrimas la castaña abrazo a su ahora prometido-

La feliz pareja compartió fotos de su épico momento en redes sociales, pero la convivencia se vio interrumpida por una llamada de la empresa que avisaba el pronto nombramiento del nuevo presidente.

-Bien, no es un misterio para nadie que el día de hoy la empresa pasará a manos de un nuevo presidente, ya son horas de que este anciano vuelva a casa a consentir a su esposa –todos los accionistas rieron- Que empiecen las votaciones

Los resultados arrojaron a Steve Rogers como nuevo presidente, aunque no todos estuvieron de acuerdo, entre ellos Víctor Carter Doom, accionista de la empresa y hermano mayor de Peggy.

-Estas cometiendo un error Joseph

-Hey, a mi padre no lo metas en esto –intervino Steve contra su cuñado que ya comenzaba a cansarlo- Salí elegido democráticamente Víctor, ahora soy el presidente de Rogers Fashion

-Veamos cuanto te dura –y dicho eso salió acelerado de allí hasta estrellarse con un bajito castaño que yacía en el suelo producto del impacto- ¿Qué no tienes ojos o qué? Menudo adefesio

-P…perdón, estaba distraído –se excusaba Tony mientras buscaba desesperadamente sus lentes que fueron a parar a manos de Steve-

-Perdona a Víctor –Steve le devolvió los espejuelos a Tony sin saber el impacto que ese gesto había tenido en él- ¿Estas bien?

-S…sí…señor –Steve le dedicó una sonrisa, misma que fue invadida al instante por una efusiva Peggy acompañada de su amiga Sharon que venía por el puesto de secretaria, la rubia era despampanante, definitivamente Tony no se quedaría con ese trabajo-