31- ¿Lo amas?

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Bruce salió rápidamente de la casa hogar a darle consuelo a Steve que se encontraba furioso peleando con el personal de servicio por no dejar que se lleve al niño.

-Yo me encargo, disculpen las molestias –lo sacó de la institución- Te tienes que calmar, montando un escándalo no ayudarás a Peter  

-Le fallé a mi hijo Bruce –Steve se dejó caer en medio de la acera con sus manos en la cara- le fallé a Tony, tengo que sacarlos de donde están –Los padres de Steve llegaron informados de la situación y en compañía de Natasha que se ofreció a traerlos con Clint al volante-

-¿Dónde está Peter? –Natasha preguntó, al ver a Steve de rodillas en el suelo lo entendió todo- Mentiroso, lo prometiste, lo dejaste solo
-Para Natasha basta –Clint la apartó de Steve que ya había recibido un par de golpes- No es culpa de Steve, es parte de un proceso

-Natasha yo tampoco quería dejarlo ahí –todos los presentes comenzaron a llorar- Peter es lo más increíble que me ha pasado en la vida, ese niño, que me llama papá, es MI hijo y te prometo –Steve la abrazó y ella le devolvió el abrazo- Que lo voy a sacar de ahí y a su papá también

Steve dio un par de vueltas más por la ciudad y regresó a su apartamento donde Peggy lo esperaba sentada en uno de los sillones con una copa de vino y un rostro de preocupación.

-¿Dónde estuviste todo el día?

-Peggy por favor, ahora no

-¿Dónde esta Peter? –ahora mismo escuchar ese nombre, hablar de ese tema, era simplemente doloroso-

-En una casa de acogida

-¿Piensas adoptarlo?

-Sí

-¿Pensabas consultarme? –Steve no dijo nada, solo se sirvió un trago- Ya veo –Peggy sacó unas maletas de atrás del sofá y se acercó a Steve- No quiero obligarte a nada Steve

-Perdóname –el rubio rompió a llorar, ya sabía lo que significaba, Peggy le limpiaba las lágrimas con dulzura-

-¿Lo amas?

-Es mi hijo, Peggy –la mencionada sonrió enternecida-

-No me refería a Peter –Steve tragó duro, medito su respuesta antes de darla-

-Sí

-Entiendo –Peggy se dirigió con sus maletas a la salida del apartamento dejando el anillo que su antes prometido le había dado en una de las estanterias cercanas a la salida de la vivienda y se fue, Steve rompió a llorar otra vez-   

Los feos no ligamos con guapos STONY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora