Los feos no ligamos con guapos STONY

10- Celebración

Se encontraban de camino los 4 hacia un restaurante que Tony reconoció al instante, no porque haya ido antes sino porque su amigo Peter le hablo de él en su primer encuentro. Al llegar todos tomaron asiento siendo bien atendidos hasta que un ruido de fuera interrumpió la reunión, el camarero en funciones se dispuso a investigar seguido de Tony que creyó saber de quien se trataba.

-Peter

-Tony

-¿Lo conoce? –el camarero sujetaba al pequeño de la manga de su gastada camiseta mientras el chico miraba con ojos soñadores a Tony-

-Sí, es mi amigo, por favor suéltelo

-Lo siento señor, pero llevamos 2 días tras este vándalo que saquea nuestras sobras

-Yo me haré cargo –Steve se hizo presente en la escena atrapado por el alboroto que interrumpió su desayuno-

-Como diga señor Rogers –el camarero se fue dejando a Peter allí que se escondía tras Tony intimidado por Steve-

-Mu…muchas gra…gracias señor Steve –debía dejar de tartamudear o su jefe lo creería retrasado, Steve se agachó a la altura del pequeño-

-¿Cómo te llamas pequeño? –el niño salió de su escondite y como todo un hombrecito le tendió la mano al hombre frente a él-

-Soy Peter, tengo 6 años y trabajo vendiendo pañuelos en la calle –Steve sonrió, ese chico parecía un adulto- ¿Y usted?

-Me llamo Steve, tengo 30 años y trabajo con tu amigo Tony –Tony sonrió-

-¿Él es tu jefe? ¿El que me contaste que parecía un ángel? –Peter miro a Tony que solo quería que la tierra se abriera y lo tragara, Steve miraba a su secretario con una cara alegre, por alguna razón siempre terminaba en estas situaciones con él-

-¿Tienes hambre Pet? –Steve se dirigió al menor-

-Sí, mucha

-No se preocupe señor, llevaré a Peter a comer, usted debe regresar con su prometida y su mejor amigo

-De ninguna manera, mi amigo Pet tiene hambre y yo voy a invitarlo a desayunar

Steve se llevó al chico al interior del lujoso restaurante y lo sentó en una silla entre la suya y la de Tony ganándose miradas de reproche del resto de la mesa y una que le resalto cómica por parte del camarero que anteriormente pretendía sacar al chico de los contenedores de basura.