Capitulo 26

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Kao ayudó a Ohm a caminar por las atestadas calles de Bangkok cuando ya tenían una buena a distancia con el apartamento del castaño, no pudo evitar preguntar:

—¿Qué pasó?, ¿porque decidiste irte así tan repentinamente? ¡mirate!, todavía estás convaleciente.

El silencio se hizo entre ellos dos, habían llegado a la estación de trenes y Ohm seguía sin mirar a su amigo, la verdad es que no creía poder hacer contacto visual con nadie en esos momentos, el suelo aún estaba inestable para él, como si tuviera algunos tragos de tequila y vodka en su ser, así que estaba contento con la ayuda de Kao pero no con su pregunta.

—No se de que hablas...

Para Noppakao no era nuevo escuchar ese tipo de respuestas ya se habia acostumbrado a que siempre lo evadiese de alguna forma, él no era estupido, Ohm no sería capaz de tener un amigo con esas características, sin embargo, siempre recurría a ese tipo de repuestas como si alguna vez le habían funcionado.

—De verdad, deberías buscar otra manera de no responder las preguntas incomodas porque ya se te están haciendo viejas este tipo de respuestas evasivas—, Le dijo mientras lo ayudaba a sentarse en una de los asientos y se paraba delante de él bloqueandole la luz de la cabina, Ohm no lo miró pero sabía que no había apartado sus ojos de su rostro esperando una respuesta, pero antes de que pudiera decir algo Kao volvió hablar —Sea lo que sea que haya pasado, creo que es hora que dejes de ser un idiota y aceptes lo que sientes para que puedas seguir adelante.

—No es tan fácil...— susurro con pesar.

—Yo no te he dicho que sea fácil, solo te digo que debes dejar de ser un idiota.

—No lo se.

Esa conversacion entre ellos también se estaba poniendo vieja, Ohm se balanceaba con el ritmo del tren y sentía sus ojos por demás adoloridos, ni siquiera los podía mantener cerrados, respirando profundamente hecho la cabeza hacia atrás y de inmediato vinieron los recuerdos de lo que había pasado con Fluke en su apartamento, su boca a centímetros de la suya, su sonrrojo, la manera en que su respiración se aceleraba y su corazón comenzó a latir como loco.

—Le gustas—, dijo Kao como si estuviera leyendo sus pensamientos.

—No—.Lo negó, era más fácil así

—Sí lo hace, lo vi cuando llego al baño, estaba más rojo que una manzana...

—El se sonrroja por todo, no puedes saber que le gusto solo por eso.

La mano de Kao se estiro y lo agarró del hombro empujandolo contra la pared, esa acción lo había sorprendido tanto que estuvo a punto de empujarlo de vuelta.

—Tienes que dejar de insultar mi inteligencia—. A su alrededor la gente habia volteado a mirar el intercambio de palabras que tenían ambos pelinegros— Sí yo pudiera provocar esa reacción en él, no estaríamos teniendo esta conversación, ya me esta cansado todo eso de respetar al marido muerto, ¡Ya superalo! Teerapat no está, tiene diez meses que no está entre los vivos—. Su agarre se había hecho más fuerte alrededor de su camisa, estaba enfadado por la terquedad de su amigo a no ver lo obvio, a eso que estaba naciendo entre ellos dos.

—Sueltame Noppakao.

—No, antes debes escuchar lo que tengo que decir, si yo muriera y él fuera mi esposo, te lo juro yo te quería con él, quería que lo hiciera olvidarme.

—No tienes idea de lo que estás hablando...

—Yo se lo que te digo, yo vi su cara, era de excitacion por ti.

—No se trata de eso—. Termino empujandolo para que se separara de él —Soy yo, soy un jódido desastre andando Kao, no soy ni la mitad de lo que era Teerapat, mi sola presencia arruinaría su familia... No soy capaz de hacerle frente al recuerdo de su esposo muerto, siento que en cualquier momento lo arruinare de alguna forma, no se... me asustare, me sentiré inseguro, enojado o simplemente comenzaré a beber de nuevo, ¿y entonces que?—. Suspiro y sus ojos buscaron los de Kao—Entonces, ¿que tienen?

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