Cuando Louis oficialmente entro a la Universidad de Leeds, no sabía qué es lo que quería hacer para toda su vida, pero algo que tenía muy claro es que amaba el cielo.
Ahora estaba a mitad de ser un Piloto aviador profesional. Eso si debía ser un gran logro.
Las primeras Navidades fueron difíciles, más cuando él arreglaba un árbol verde en la esquina de su pequeño departamento. Y todas las noches esperaba una visita, y como todas las noches cerraba los ojos durante 5 segundos y al abrirlos ahí estaban, regalos y más regalos bajo su pequeño árbol, algunas cartas y siempre una tarjeta del elfo que no podía olvidar.
¿Su padre no quería verlo y saber cómo lo estaba tratando la vida? ¿No tenía el mínimo interés de saber que su hijo sufría al ser un poco diferente a todos? ¿Enserio no quería saber nada de él?
La primera vez que Louis desempacó sus cosas encontró una pequeña tarjeta y un regalo de Harry, era una despedida más que una disculpa.
"Tuvimos buenos tiempos, ¿no? Louis quiero decirte que las despedidas siempre son agridulces, por eso no fui hacia ti. Pero no es el fin, recuérdalo. Te veré otra vez alguna vez".
Eso le causo tanto daño, así como el que no hayan hablado por última vez, así como cada Navidad cuando recibía más palabras de él.
Como en esta Navidad, donde tenía tanto que decir, pero nadie estaba ahí para escucharlo.
"Me encontrarás alguna vez; en sitios donde nunca hemos estado".
***
Durante un año, Louis era el chico feliz y con energía que todos amaban, las chicas estaban junto a él a todas horas. Pero cuando subía a una avioneta, se permitía ser él.
Podía sentirse libre en el cielo, observando un atardecer o el simple cielo estrellado. Rara vez buscaba a Polaris, sentía que en los momentos de soledad debía refugiarse en su padre, pero al parecer todos lo habían abandonado.
La mayor parte del tiempo Louis estaba afligido y se sumía en sus pensamientos, y cuando estaba en el cielo sacaba todo, solo con una persona se había abierto y se destruyeron ambos.
***
- Quizá deberíamos apartar la avioneta de seis asientos para hacer nuestro viaje a Finlandia. He escuchado que hay paisajes muy hermosos.
Alicia, una morena alta de cabello cenizo estaba tratando de organizar el viaje de fin de año. Ya que como siempre, la escuela les permitía usar la avioneta para uso colectivo y así alimentar su bitácora de aviador.
- O podríamos ir a Australia como habíamos dicho todos, prefiero el calor a el aire que me congela los huesos.
Oscar, un chico muy hablador siempre tenía que callar a la chica habladora.
- Tú has perdido el derecho a votar, el año pasado nos quedaste mal.
- No lo creo.
Louis podía sentir sus palabras retadoras de ambos, se podía ver a kilómetros que ambos se gustaban. Ya era cansado ser espectador de esos teatros que montaban.
Ignorando el rose de miradas, Louis siguió inspeccionando el pequeño café al aire libre donde habían decidido ir. Desde donde estaban sentados tenían una vista a la calle no muy transitada, entre los árboles frondosos de las parcelas pudo observar a un joven alto con un peculiar gorro de frío.
- ¡Louis! Te estoy hablando desde hace rato.
- Lo siento, sí, sí. Donde tú elijas.
Ignoro a sus dos amigos que volvieron a presumirse que Louis apoyaba a la chica, para cuando regreso la vista a la calle, ya no había nadie.
- Sabes, aunque todavía podríamos pasar los días de festividades con mi familia.
- No.
Louis no se detuvo a pensar en la oferta de la chica, podría ser raro de él que ya no le pareciera genial las fechas de Navidad, solo eran simples recuerdos de su pasado. Ya eran tres años de eso.
- ¿Está bien? Entonces Madrid será.
- ¿Y qué hay de Finlandia?
Louis parecía confundido. La verdad es que si extrañaba el frío extremo.
- Oscar tiene razón, mucho frio. Así podríamos ir a nadar algún lugar y amar el sol antes de regresar aquí.
Los planes de viaje siguieron, la pareja no pareja ya estaban acostumbrados a la extraña actitud del chico de ojos azules, al principio hicieron muchas preguntas para tratar de comprenderlo, pero con el tiempo se dieron cuenta que eso no les ayudaría, así que le daban su espacio y tiempo. Para cuando él se sintiera listo.
Aunque nunca lo estuviera.
***
Los años pasaron, Louis cada día se guardaba del mundo. Era bueno en su profesión, pero la persona que era no era buena. Todo cambio el año en que no recibió más regalos de Navidad.
Había dejado de esperar a Santa en la alfombra de su sala, dejó de poner un plato de bocadillos y un ponche como le gustaba tomarlo.
Ya no recuerda la sensación que tuvo en el pecho cuando despertó esa mañana y el pie del árbol estaba vacío.
Aún conserva ese viejo álbum de fotografías, más que nada recuerdos de una vida que no se parece a la que tiene. El álbum de despedida que le dio Santa estaba guardado en alguna caja junto con todos los obsequios de amigos del Polo, dentro de una caja empolvada en algún lugar del closet.
La última tarjeta que recibió por parte de Harry no la ha vuelto a ver desde que la recibió, está entre un libro de "métodos aéreos" junto a una lámpara en un librero de la sala.
Y como la mayoría de las cosas, empolvado. No hay necesidad de ver la tarjeta para acordarse de lo que decía.
"Sé que estarás bien, sólo cierra los ojos. Te prometo que estaré a tu lado cuando me necesites".
Lo malo es que no estaba ni a su lado, y que ya no lo recordaba como antes, olvidó la forma de su sonrisa, la posición exacta de su rostro cuando observaba el cielo estrellado o la aurora boreal.
Podría jurar que también había olvidado el sonido de su voz, el olor que emanaba cuando estaban acostados juntos en el techo de su casa y hasta el color de sus ojos.
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Polaris 💫°Larry S° [EN EDICIÓN]
RomanceLa inocente amistad de ambos niños despertó un amor que no sabían si era correspondido. Pero todo lo que pasaría podría ser una nueva oportunidad para ellos. En donde Harry es un elfo del Polo Norte y Louis un humano. Louis se enamora de un elfo y...