CAPÍTULO 12

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Una tarde, antes de iniciar diciembre. Louis salió a comer antes de regresar a la escuela. Un chico de su clase le recomendó un restaurante del lado poniente de la escuela.

Casi no iba a ese lado de la ciudad, pero hoy parecía ser un buen día, pocas veces era un día soleado en épocas de diciembre, pero ahí estaba caminando y buscando un lugar que no conocía sin saber ubicarse.

Al llegar a una esquina, Louis observó a una mujer de la calle entró a una casa de monjas que quedaba en esquina abajo, con una canasta cubierta con una sábana color blanca, segundos después salió corriendo sin nada.

Al topar miradas, vio el dolor de la mujer dejar a su bebé ahí, así como rápido se vieron a los ojos, rápido desapareció. Él siempre supo cómo fue que Santa lo encontró, no fue hasta ese día que vio exactamente lo que su papá vio que lo recordó.

Siguió su camino, sin darse cuenta del conductor que subió la acera y lo impactó. Después todo negro.

***

Semanas después del accidente, volvió a encenderse esa pequeña luz azul en sus ojos. Podría decirse que su viva mejoró, pero no fue así.

En sus sueños, tenía recuerdos de su pasado. Todo.

Para este fin de año, no volvería a pedir deseos de Navidad, no volvería a poner un árbol, ni cantar villancicos y mucho menos celebrar la Navidad.

Pero ahí estaba, como siempre, el pequeño Erick acompañándolo en su recuperación después del accidente. Le ayudaba a veces a pasar cosas como el control remoto, un jugo de la nevera. O simplemente se la pasaban comiendo cereal y viendo películas.

- Louis ¿crees que existan las hadas del pasado, presente y futuro como en la película?

- Podría ser.

- Entonces si yo me pusiera como tú sin querer festejar la Navidad, ¿crees que tenga una aventura con las hadas?

- ¿Perdona? ¿Yo qué?

La risa del pequeño le recordó cuando también hacia pequeñas bromas en el Polo. Sin dejar que su ánimo cayera intentó hacerle cosquillas con solo una mano, pues tenía un brazo fracturado y un tobillo lesionado.

- Eres un niño muy chistoso, ¿no? Haciéndole bromas a un pobre que no puede defenderse.

- No es cierto, pero sería genial ver un hada.

- Mhm.

- Louis he pensado en algo muy genial.

- ¿Ah sí? ¿Qué cosa genial has planeado?

- Como donamos tu árbol de Navidad y como irás a cenar con nosotros. Podríamos poner tu carta a Santa en mi árbol y hacer pijamada. Así en la mañana tendrás un regalo bajo mi árbol. ¡Y YO UN PERRITO!

Gritos de victoria resonaron más fuerte que los golpes en la puerta.

- Se podría intentar, pero no puedo escribir con una mano destrozada.

- ¡YO LA ESCRIBO! Ya aprendí oraciones en clases.

- Excelente.

El sonido del timbre los interrumpió.

- Espera, espera. No abras.

Erick ayudo a pasarle la silla de ruegas, Louis con esfuerzo doloroso se sentó y el niño lo empujo hacia la puerta.

- ¿Hola?

- Louis soy Víctor, Karla les manda sopa caliente y carne asada.

- Claro, ya voy.

Polaris 💫°Larry S° [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora