Polaris 💫°Larry S° [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 14

Al bajar de la avioneta con la ayuda de Alicia, se dio cuenta que sus ojos no soportarían la luz fuerte del sol. Y estarían aquí una semana.

- Esto es fantástico chicos, sientan esa vitamina D entrando por sus poros. Louis tendrás por fin color en la cara.

Después de instalarse en su pequeña habitación-cabaña, salió junto con la pareja al restaurante que se situaba en medio de todo el resort. Tomaron unas cuantas bebidas, Alicia decidió ir a nadar al interior del lugar, en unas pequeñas albercas abiertas.

El resort estaba situado encima del agua, aproximadamente 70cm de alto, el restaurante tenía una plataforma más sólida que todo el lugar, como las cabañas-habitación, las cabañas-spa.

Estando bajo la sobra Louis se permitió dormir un rato, dejando que el aire caluroso y la brisa fresca lo relajaran. Oscar en cambio hacia unas cuantas anotaciones en su bitácora, si quería graduarse a tiempo para su casamiento debía ocuparse de la escuela, en cambio Louis lo dejaría al último momento.

- ¡Chicos! El agua esta fantástica. ¡Vamos a la playa!

- ¿Vienes Louis?

El chico negó, tapo sus ojos con unos lentes oscuros y se dispuso a tratar de dormir, ya que los últimos días no lo había logrado, ni siquiera en la avioneta.

¿Qué significaba esa carta? ¿Por qué su padre no fue un poco más específico? Y lo más importante, ¿Por qué no mencionó a Harry?

¿Habrá hecho su vida? Y Santa le quería evitar una tragedia. No podía imaginarse a Harry con alguien más, ni se lo imaginaba con él. ¿Le habrá pasado algo?

Quizá todo este desastre se lo hubiera evitado no escribiendo esa carta con las simples palabras, "Hola, te extraño".

Así podría estar disfrutando sus minivacaciones con sus mejores amigos y darles un poco de alegría, ya que los ha tenido muy preocupados con los anteriores acontecimientos.

- Buen día joven. Disculpe la interrupción.

Louis se enderezo en su asiento, una chica morena con ojos grandes se acercó con una charola.

- Si, dígame.

- El grupo del fondo le manda esta bebida.

- Gracias.

La chica se retiró, discretamente observo la mesa que le había mandado la copa. Eran cuatro chicas jóvenes, parecían ser brasileñas, ya que el cabello largo y chino se identificaba de las veces que recibió recuerdos fotográficos de sus compañeros de clase.

Para no ser descortés, Louis alzó la copa en forma de brindis, una cálida sonrisa y las chicas con risas y gritos celebraron.

***

La mañana del fin de año, Louis vestía un short muy elegante según Erick, y una camisa de manga corta casual color turquesa. Caminaba por todo el recinto buscando un poco de señal para poder hacer una llamada con el pequeño.

Era pasado de medio día, así que por ahí deberían ser las 9am, era muy seguro que el pequeño estaba por la segunda vuelta de ver Happy Feet, ya que Louis le había obsequiado el casete para que no estuviera triste en su ausencia.

Al llegar a la última cabaña del lugar obtuvo recepción, el niño contesto la video llamada al instante.

- ¡Louis! Te extraño mucho, regresa por favor.

- En unos días estaré contigo pequeño, quiero ver la felicidad en tus ojos, porque te llevaré recuerdos.

Algunos malos chistes por parte del pequeño, y algunas anécdotas aburridas por parte de Louis fue la videollamada. Quedaron que se compartirían fotos de vestuarios horribles de fin de año y más mensajes de felices deseos.

Louis tenía ganas de regresar a su habitación para pasar las horas que quedaban encerrado, pero al pasar por el pabellón que lleva a la playa no pudo evitar escuchar la risa escandalosa de su amiga.

Ella era cargada por su amigo en su espalda y le daba muchas vueltas hasta dejarla de cabeza salpicándole agua. Al fondo podía ver a las demás familias disfrutando del día.

Con un suspiro se dirigió a ese rumbo, tomo asiento en una silla reclinable y observo todo con sumo detalle.

¿Esa era la vida que quería? ¿Tener buenos recuerdos, pero tener esa sensación de vacío en su pecho? Louis no quería eso. A cada parte que viera todos estaban acompañados. A dos pasos de él había una silla vacía.

Todo esto era una mierda.

***

Después de la epifanía de mediodía, el ánimo del chico decayó, también era culpa de esa carta de Navidad. Todo lo que había construido en siete años, todas esas paredes no fueron suficientemente fuertes para soportar esto.

No comió, ni cenó. Pensaba pasar la cuenta regresiva en su cama durmiendo sino fue por su amiga Alicia que lo sacó a la fuerza para poder hacer el brindis.

- Vamos Louis, todo estaba perfecto, ayúdame.

- No todo estaba perfecto Ali, ya no me siento "perfecto".

La chica debió notar su amargo énfasis, sus ojos decayeron junto con la fuerza con la que tiraba del chico.

- Yo, lo siento. No quería que te sintieras mal, es solo que mi ánimo cayo y no puedo levantarme.

La chica no contestó, llegaron a su mesa reservada, el silencio era espeso a pesar de que alrededor las personas hablaban fuerte.

Lentamente la chica se abrazó a Louis.

- Perdón Louis, perdón por arrastrarte a esto. Sólo quiero que estes bien cuando regresemos a la escuela y cuando nosotros estemos lejos tú no recaigas.

- Lo sé, lo se. No te preocupes voy a mejorar.

- Nunca estarás solo Louis, yo, nosotros estamos para ti.

El chico asintió y beso la frente de su amiga, claro que lo sabía, pero no podía evitar sentir ese dolor oprimiéndole el pecho y la garganta, formándose un nudo difícil de tragar.

A las 12, festejaron el nuevo año, vieron el espectáculo de fuegos artificiales y la ola de mini globos aerostáticos que los del hotel soltaron.

El cielo fue iluminado por luces de colores, Louis inevitablemente miró al cielo y lo vio diferente, no eran las mismas estrellas de las que estaba acostumbrado. La luna no iluminaba como en la otra parte del mundo.

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Espero que les este gustando la historia.

); 💙💚