World Ixion/SAGA (1era temporada)

Día de las Madres: Pequeña Lecia

Queridos lectores, con esto terminamos el especial del día de las madres.

Rei no tendrá uno porque dudo que él quiera a su madre, quizás cuando termine la novela saque de Rose y las otras con sus hijos.

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En un pequeño, pero pacifico país estaba un gran castillo blanco, en ese castillo en la torre más alta vivía una pequeña chica la cual estaba jugando sola.

─ ¡Ven, sucio monstruo! Te derrotaré.

─Sálvame, héroe mío.

─Jajaja, no podrás salvarla, patético héroe.

La niña estaba interpretando diversos papeles mientras levantaba armas hechas de papel.

Una espada con escudo, una corona y una cabeza similar a la de un toro.

La niña se llamaba Leticia─ Lecia, y era la princesa de esta nación.

─ ¡Ah, maldito seas héroe!

Lecia se apuñaló a si misma con la espada de papel.

Fingiendo morir como el malvado monstruo se desplomó en el suelo.

Luego rodó hasta el otro lado y se puso la corona.

─Gracias, valiente héroe.

Ahora tomó la espada y el escudo.

─No hay nada que agradecer princesa.

Se miró al espejo de una manera romántica.

─Princesa.

─Héroe.

Su labio se acercó al espejo y...

─ ¡Kyah! ¡No puedo!

Lo arrojó a la cama.

Ella estaba avergonzada y temblando, era una niña de diez años.

Pese a tener una edad en la que se le enseña educación sexual, ella actuaba aun como si fuera una ignorante en el tema.

─ ¡Es vergonzoso be-e-e-e-esarse! ¡No puedo creer que un hombre y una mujer hagan algo tan inapropiado como eso hawawawa!

Su boca se movía como una W debido a lo roja que estaba su cara.

Lecia se reconfortó y agarró el espejo.

Se miró en él.

─Incluso si digo eso. Un día tendré un esposo y tendré que hacer cosas aún más inapropiadas y vergonzosas. ¡Qué indecente! ¡Son tan indecentes los adultos!

Se arrojó a si misma a la cama y observó el techo pintado de arcoíris y diversas figuras de caballeros y princesas.

─Estoy aburrida. Quiero salir al exterior, pero madre me dijo que hay un intento de rebelión desde hace años y por eso yo y mi hermano debemos estar aquí encerrados.

Se asomó en la ventana de su habitación que era esa torre.

─Quiero salir y ver el mundo. Estar encerrada aquí como un ave es aburrido.

◇◇◇

Los años pasaron y Lecia se volvió toda una mujer, también era la reina de un país aliado.

En estos momentos ella estaba muy ocupada.

─ ¡Regresa aquí!

─ ¡No quiero!

Estaba persiguiendo a una niña la cual corría destrozando todo a su paso.

─ ¡Dije que regreses! ¡Alisa!

Una niña de cabello rubio y ojos rojos estaba arrojando mesas, floreros e incluso haciendo caer a los sirvientes que se encontraba.

─ ¡No me des ordenes, vieja bruja!

Una vena se marcó en la frente de Lecia.

─Alisa... te enseñé que debes respetar a tus mayores.

─ ¡Aléjate, bruja!

─ ¡No me des ordenes!

─ ¡Solo mi familia puede!

Alisa estaba corriendo por los pasillos del castillo, dobló en una esquina, al final de ese corredor había una puerta de cristal que llevaba a un jardín de la azotea.

Lecia casi la alcanzaba.

Alisa no dudo y corrió a toda velocidad, rompiendo la ventana.

Jugando cerca estaba el hijo de Lecia, el príncipe heredero Liam quien vio a una niña saltar por una ventana.

Por supuesto, Alisa cayó al suelo, Lecia fue detrás de ella preocupada.

◇◇◇

─ ¿Te encuentras bien?

Preguntó Lecia a Alisa mientras tomaban un baño juntas. Afortunadamente ella no se hizo daño.

Alisa estaba callada ya que pensó que Lecia le gritaría, pero ella estaba llorando al verla pensando que algo le había pasado.

Alisa le preguntó mientras era abrazada por Lecia.

─ ¿Por qué te preocupas tanto por mí? No soy tu hija.

Lecia respondió mientras enjuagaba el cabello de ella.

─Puedes ser la hija de la duquesa y te hayan encargado a mí. Pero déjame decirte que mientras estés aquí te veré como a mi propia hija.

─Quiero que nos llevemos bien ya que puede que un día te vuelvas mi nuera.

─... Como si eso fuera a pasar.

Lecia observó el rostro rojo de Alisa, ella sonrió.

─Quien sabe. Uno nunca sabe lo que nos depara el destino.

Lecia tiene su propia historia que contar, pero será para otra ocasión.