World Ixion/SAGA (1era temporada)

Partida 106 ─ Verdad

Llegamos al momento que todos desean queridos lectores.

Tras un año y cuatro volúmenes de haber seguido esta saga, finalmente se revelará lo que ocurrió ese día.

¡Es hora de conocer lo que tanto ha callado Randolf!

Aclaración importante, esta es la primera vez en la novela que alguien aparte de Rudel, un hombre, tiene su propio punto de vista, fue muy difícil hacerlo sin usar el punto de narración divina para enfatizar todo lo que pasa.

Sin duda lo mejor de este volumen es que es casi igual al vol. 3, tragedias, revelaciones inesperadas, y lo mejor de todo, cada vez más el estado psicológico de Rudel empeora debido a ese autor de mierda.

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Luego de subir a bordo de Aurora, Airi fue a cambiarse de ropa.

Se puso su uniforme escolar ya que su ropa fue quemada en Schwert.

Tras ponerse su chaqueta, encontró en el fondo de la maleta un brazalete.

Era el brazalete que encontró al derrotar a un monstruo.

Era un hermoso brazalete que solo alguien de la realeza debería tener.

Ella se lo quedó ya que las leyes de los aventureros dictan que los materiales que suelten los monstruos les pertenecen a ellos.

Alisa entró y la llamó.

─Airi estamos descendiendo. La flota de Aster se dispersó, parece que todo ya terminó, debemos descender un poco y acercarnos.

─Está bien.

Alisa se fue y Airi se puso ese brazalete, saliendo de su habitación a la cubierta.

◇◇◇

Después de llegar a la cubierta, Alisa le notificó a Airi.

─Descenderemos.

─Pero, aquí no está la zona de combate.

─Lo sé. Es por otra razón.

Alisa señaló abajo. Airi miró a Diana con Lutart recostados.

Parece ser que una aeronave que destruyó Rudel impactó contra la suya, los sirvientes están muertos menos ellos.

Al aterrizar, Diana vino corriendo pidiendo ayuda, pensando que era una aeronave de Aster.

Su sonrisa se borró al ver que eran las personas del Reino.

Alisa bajó, acompañada de los robots con armas.

Ella miró con unos ojos llenos de desprecio a Diana.

─ ¿Ya viste lo que provocaste?

Dijo sin señalar al lugar donde habían explosiones y caos.

Diana desvió su cara, tragándose su orgullo dijo.

─Por favor, ayuden al caballero de mi familia.

Alisa aceptó.

─Está bien, de todas maneras, ustedes son prisioneros de guerra. Han cometido una enorme ofensa contra el Reino, contra el Héroe que es mi prometido y la propia Casa Bismarck. No saldrán impunes de esto.

Diana apretó sus puños, mordió sus labios y se maldijo desde adentro.

Esto no debería pasar.