CAPÍTULO 2

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"Debemos darnos prisa", me susurra la mujer, frotando una uña con forma de gancho de metal contra un seno y la cabeza del pene.

"Las violadoras saldrán pronto. Los páramos están infestados de ellos".

¿Violadoras? preguntan mis pezones.

"Bárbaras y enloquecidas por el sexo, corrompidas por una enfermedad ninfómana. Mutilan y follan todo lo vivo y lo no vivo que encuentran".

Mis pies descalzos recorren el paisaje con textura de cangrejo, aullidos a mi alrededor, nervios intensos bajo mi piel.

"No te preocupes, estaremos allí antes de lo que crees", me dice.

"Simplemente no reduzcas la velocidad. Las violadoras podrían estar justo detrás de nosotras".

Vello púbico de alambre de púas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora