CAPÍTULO 33

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Podemos escuchar a los violadores irrumpiendo en el interior, inundando con gritos empalagosos y follando con todo en la cocina, encontrando zombis y golpeándolos contra el suelo con sus feroces coños, el vello púbico arrancando labios de no-muertos de sus rostros.

            Celsia no quiere esconderse. Me saca del lado oscuro de la fortaleza y me dice que los espere en medio del pasillo. Ella me tiene parado allí desnudo, frotando mis pollas hasta que estén listas para los agujeros babeantes del violador. Y Ella se ríe groseramente de mí, un gemido por lo bajo, dientes afilados mordiéndose el labio ensangrentado.

            "Naciste para ser violada", dice, encerrándose en un dormitorio cercano.

Vello púbico de alambre de púas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora