CAPÍTULO 12

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Caminando de regreso con hambre, misión fallida, tan solo por dentro y por fuera. 

            La Hermana nos detiene en medio de la carretera para ponernos diminutas versiones de Jesucristo dentro de sus chochos. Le encanta sentirlos dentro de ella, moviéndose. Puedes encontrarlos crucificados en las flores a lo largo del camino.

            La observo mientras corre emocionada por el campo, arranca los cristos de las flores y se los mete de cabeza en los coños, y sigue agarrándolos hasta que cada vagina tiene uno debajo de los labios.

            A veces las vaginas lo tragan, lo digieren. A veces lo escupen, mutilado y cubierto de baba. Seguimos caminando y escucho a uno o dos llorando un poco ahogados, la Hermana con una GRAN sonrisa en el rostro. Ya no está sola adentro.


Vello púbico de alambre de púas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora