Tomo bruscamente el brazo del Azabache impidiendo que esté diera otro paso. Tooru se quedó totalmente congelado al ver cómo el pelirosado miraba fijamente a la marca que había cerca de la zona de su cuello. Yuri se quedó atónito hasta que sintió como la ira se apoderaba de el.
-Quien te hizo eso?. Pregunto sin su tono infantil mientras tomaba con ambas manos sus brazos acorralando al Azabache quien no sabía que excusa crear hasta que pudo acomodar sus pensamientos. ¿Porque iba a mentir?... Después de todo el pelirosado no era su novio.
-Acaso te importa? Yo hago con mí vida lo que se me de la gana. Le respondió con seguridad dejando más atónito al contrario quien no sabía que más decir. Tooru tenía toda la razón. Yuri no era ni sería su novio ¿Porque debería darle explicaciones? El también podía estar con quien quisiera después de todo.... Yuri hacía lo mismo.
-Tu te acuestas con quién quieras.... Porque yo no puedo? No estoy en pareja... Puedo estar con quien quiera. Continuo con su respuesta para luego apartar bruscamente al contrario eh irse de allí a paso lento y seguro. Yuri no supo que más decir pero una cosa tenía en claro.... Nadie le quitaría a su Babu.
"En la noche"
Itome le había pedido a Tooru si podía dormir con el aquella noche debido a que realmente necesitaba volver a compartir otra noche con su amado este no tardó en aceptar tal propuesta.
Ambos se encontraban en la cama del pelinegro mientras miraban una película aunque claro mucho no le prestaban atención solo se concentraban en devorar los labios del otro en unos intensos besos. Hasta que de un momento a otro Itome ya se encontraba debajo del contrario disfrutando los besos que le daba el mismo.
(Contenido para mayores de 18 se recomienda discreción)
Poco a poco su mano fue deslizando sobre el cuerpo del peligris el cual ya estaba demasiado excitado por los besos mojados que compartían. Solo producía escalofríos al sentir la mano de su Azabache recorriendo su cuerpo hasta llegar a su miembro.
Comenzó a acariciar aquella zona sensible del otro con lentitud sin dejar de besarlo ni por un segundo. Itome solo soltaba gemidos entre aquellos besos que se daban sintiendo como la lujuria se hacía presente cada vez más. El calor era notorio.
-Mi Itome~ Mira cómo estás con apenas tocarte~. Le susurraba al oido refiriéndose a la erección que tenía. Itome mantuvo silencio mientras sentia como sus mejillas se tornaban en un gran tono rojizo por aquel encuentro íntimo que estaban teniendo.
Realmente no sabía cómo habían llegado a tal punto. Jamás se imagino que el Azabache sería capaz de hacer lo que llevaba a cabo. Estaba loco por el chico de ojos verdes que ahora lo dominaba... Y lo sabía perfectamente por esa razón solo sonreía con lujuria cuando esté besaba su cuello con intensidad.
Le desabrochó el pantalón para que poder hacer más fácil la tarea de masturbar al peligris. Itome no podía parar de soltar gemidos por estás acciones mientras que Tooru iba a un ritmo lento y tranquilo el cual enloquecía al contrario nunca se espero aquello del Azabache pero no le importaba solo disfrutaba de aquel momento de placer.
Hasta que vio como el contrario bajaba su boxer y pantalón dejando su miembro al descubierto solo para acercarse lentamente a el. Cuando en un abrir y cerrar de ojos el contrario ya había introducido el miembro del peligris en su boca para comenzar a lamer el mismo con lentitud. Itome soltó muchos más sonidos de placer al sentir su miembro el la boca del Azabache. No podía resistir tanta éxtasis.
Repetía una y otra vez el nombre de su amado entre miles de gemidos mientras se estremecía al sentir la lengua del otro lamiendo todo su miembro. Tooru comenzó a aumentar su velocidad tras escuchar los gemidos del contrario.
Gemia sin parar mientras que el contrario solo movía su lengua más rápido al momento de introducir una y otra vez el miembro del peligris en su boca. Itome era totalmente sumiso cuando se trataba del chico de ojos verdes.
Itome arqueo su espalda sintiendo todo el placer recorrer sus venas, Ya estaba apunto de llegar al clímax y era algo que el contrario sabía por esa razón solo aumento su velocidad.
Hasta que luego de unos cuantos minutos el peligros llegó hasta el punto máximo de placer en la boca del contrario el cual a rápida velocidad fue a limpiarse la boca para poder así consentir a su amado. Itome solo intentaba recuperar el aire perdido por el climax que había tenido.
Se acomodo su ropa tras acabar con aquel acto de lujuria que habían cometido solo para ver cómo el Azabache se acercaba hacía donde se encontraba para al momento de estar al lado suyo comenzar a acariciar sus mejillas con extremo cuidado y amor.
Itome solo se oculto en el pecho de su amado mientras dejaba que esté lo consintiera con sus caricias y besos hasta que ambos cayeron en un profundo sueño por el largo día que habían tenido sin mencionar las escenas de lujuria que habían vivido. Antes de dormirse Tooru plantó con pequeño beso en la frente de su peligris.
"Al día siguiente"
Por alguna razón todo el club caminaba hacia la habitación del acosador de Yuri. Todos se preguntaban uno a otros pero sobre todo al presidente el porque iban hacia allí. Akemi solo se quedaba en silencio mirando seriamente al frente.
Itome no había aparecido ni en su habitación, ni el la habitación de su novio algo que desconcertó bastante a Akemi hasta que recordó haberlo visto antes con el chico de ojos verdes. Eso provocó una extraña sensación en su corazón que le indicaba que algo estaba pasando.
-Vamos Akemi! Dudo que Itome este con Tooru ahora!. Shikatani trataba de convencer al nombrado pero era totalmente ignorado por el mismo.
Al llegar se le hizo fácil azotar la puerta debido a que el Azabache por culpa de la felicidad que sentía por dormir con su Itome-kun se había olvidado de cerrar la puerta con llave. Akemi se quedó helado al ver aquella escena...
Allí estaba su amado... Durmiendo en el pecho de otro.
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~Bajo la lluvia~ -TooruxItome-
FanfictionLa hermosa lluvia de aquella tarde había hecho que sus vidas se conectarán permitiendo así que el amor que nadie esperaba apareciera volviéndose cada vez más intenso logrando curar las heridas que permanecían en sus corazones.