Corría de aqui para haya preparando el hermoso pastel para su amado. Realmente era un asco en la cocina pero debía dar su mayor esfuerzo para hacer feliz a su querido. Su Tooru le daba una felicidad absoluta el debía hacer igual. Estuvo toda la tarde del anterior día preguntándole al contrario los sabores que le gustaban para poder preparar el pastel perfecto para el.
Por otro lado su querido lo buscaba por todas partes debido a que quería pasar con el aquel día tan especial pero por más que se esforzará en su búsqueda no lograba encontrar ninguna pista de su peligris. Lamentablemente con su suerte al único q pudo encontrar fue al pelirosado de lentes oscuros quien con una sonrisa amable le deseo feliz cumpleaños.
Se quedó bastante extrañado al escuchar aquella felicitacion con la voz profunda del contrario pero solo agradeció de mala gana para irse lo más rápido de aquel ambiente. Suspiró por un largo momento dándose por vencido con su búsqueda. Tomo su teléfono para ver si algún mensaje había llegado pero como era de esperarse no había nada.
Era normal para el que sus familiares nisiquiera les importara mandarle un saludo por su cumpleaños. Solo miro con una mirada vacía y una expresión neutral aquel buzón de mensajes completamente vacío. Volvió a guardar su teléfono esperando encontrar a su dulce peligris debido a que esté era el único que podía mejorar aquel horrible día que estaba teniendo el Azabache.
Cuando mediante una caminata por los clubs que portaba aquella gran academia lo encontró. Una gran sonrisa se formó en sus labios al notar su presencia en el club de cocina. Se apresuró a entrar para poder estar con su querido pero lo que vio lo dejo sin palabras. Todo a su alrededor era un completo caos.
Todo, incluso su propio Itome, estaba cubierto por una mezcla que desconocía por completo de que estaba echa. El peligris al ver qué su amado estaba en la misma habitación que el viendo el desastre que había causado se quedó en un completo silencio mientras sentía como sus sistemas se derrumbaban. Tooru lo miro con preocupación.
- Itome... Qué sucedió aquí?... Pregunto de manera más sutil que pudo solo para ver cómo el contrario comenzaba a derramar lágrimas de desesperación congelando lo por completo. Itome se tomó una pausa antes de poder responder a la pregunta que su amado le había echo.
-Y-yo quería hacerte un r-regalo... P-pero nisiquiera eso pude hacer... P-perdon... S-solo quería i-impresionarte... Dijo entre lágrimas mientras miraba al suelo pero aquella tristeza se convirtió en sorpresa al escuchar la risa del contrario. Rápidamente levanto la cabeza para ver cómo su amado se dirigía hacia el con una cálida sonrisa.
- Mí amor... No sabes lo feliz que me haces.... Nadie se ha esforzado tanto por mí... No sé cómo agradecerte.... Que te parece si te ayudo?... Mencionó con una gran sonrisa mientras limpiaba la cara de su amado el cual solo le respondió con un corto beso en los labios indicando que estaba de acuerdo.
Lo primero que hicieron fue limpiar el desastre que había causado el peligris por sus hermosas intenciones para poder así empezar a cocinar. A Itome le sorprendió lo bueno que era el Azabache preparando pasteles debido a que esté mostraba gran conocimiento a la hora de hacer tal postre. Al final ambos pudieron terminar con aquel maravilloso regalo para el Azabache.
Itome coloco aquel pastel entre los dos colocando unas velas que había comprado para dicha ocasión. Sin más las prendió comenzando a cantarle de manera dulce y suave a su amado quien no podía estar más encantado con tal acción.
-Feliz cumpleaños a ti~... Feliz cumpleaños amor mio~... Feliz cumpleaños a ti~... Aquella voz hipnotizaba por completo a aquel chico de ojos verdes quien solo admiraba la belleza del contrario al cantar tal melodía. Antes de apegar aquella velas pidio un deseo. Su Itome claramente tenía curiosidad de saber que había pedido.
-Quieres saber mí deseo cierto?. Le pregunto al percatarse de su fija mirada. Itome bajo la cabeza dejando a la vista su respuesta. Tooru sonrió por la dulzura del contrario rindiéndose a sus encantos.
-Desee permanecer siempre a tu lado... Le dijo en un tono suave volviendo las mejillas del contrario en un gran rojo carmesí. Su amado peligris lo miro fijamente con un gran brillo en sus ojos mientras una sonrisa se formaba en sus dulces labios. Itome solo se paró de su asiento para sentarse al lado de su querido.
-Lo haré realidad... Lo prometo. Dijo antes de sumergirse en un gran beso con su querido. Tooru sonrió en medio de aquel dulce y maravilloso beso debido a que sabía que ambos iban a esforzarse por hacer aquel deseo realidad.
La lluvia después de mucho tiempo se hizo nuevamente presente ante aquella escena de amor y dulzura debido a que esa noche era especial y no solo por el cumpleaños de aquel Azabache que tiempo atrás vivía en una gran oscuridad lleno de dolor y tristeza si no por que también era la noche en la que ambos se prometían amor eterno.
El lazo de aquellos dos era fuerte y lo sabían a la perfección. La lluvia era el testigo de su amor profundo lleno de pasión y dulzura. Está se alegraba al ver el beso que compartían. Ellos se alegraban al esucchar el ruido que provocaban sus gotas al caer por las hojas de los árboles que rodeaban la academia en donde nació su amor.
Solo de dedicaron a mirar la lluvia con una sonrisa enorme en sus labios mientras se tomaban de las manos debido a que gracias a ella ahora eran felices como nunca antes en sus vidas. Tooru era de Itome eh Itome era de Tooru y se notaba desde la lejanía. Su cuento no podía ir mejor debido a que cada capítulo portaba más felicidad que el anterior y se encargarían de que fuera así para el resto de sus vidas.
Ellos ya vivían su felices para siempre
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~Bajo la lluvia~ -TooruxItome-
FanfictionLa hermosa lluvia de aquella tarde había hecho que sus vidas se conectarán permitiendo así que el amor que nadie esperaba apareciera volviéndose cada vez más intenso logrando curar las heridas que permanecían en sus corazones.