Se estaba obsesionando con aquel inmenso amor que solo era para su persona. Miraba a su amado todos los días jurando una y otra ves que jamás iba a permitir que se le apartará de su lado.
Lo que parecía tierno y amoroso poco a poco se volvía más intenso al punto de que Itome intentaba a toda costa terminar con la nueva amistad que había generado el Azabache. Aquel chico siempre lo provocaba con abrazos a su amado o dulces palabras dirigidas hacía el mismo. Solo lograba que su sangre hirviera.
En ocasiones le había repetido a su querido que aquel chico no le daba buena espina pero solo era calmado por su Azabache con palabras dulces y cortos besos. Pero nada lograba que su sed de librarse de ese chico cesará. Sabía que era un posible rival en el amor que ya le pertenecía debido a que se daba cuenta que este intentaba arrebatarle a su amado ya que no se preocupaba nisiquiera por ocultarlo. Lo detestaba eso era obvio.
Estaba enloqueciendo por completo y todo por el cariño que su amado le daba. Nunca sintió lo mismo que sentía cuando estaba a su lado. Quería que todo en el Azabache solo fuera dirigido hacia su persona pero era imposible. Sus inseguridades lo volvían más y más vulnerable debido a sus pensamientos acerca de que su amado pudiera cambiarlo por aquel chico que tanto destetaba. Era capaz de quitarse la vida si su amado Tooru-kun lo cambiaba por alguien más… así de loco estaba.
Tooru por otro lado. Solo hacía sentir al otro como un príncipe. Siempre cumplía cada una de las cosas que le pedía. Se sentía inmensamente bien al ver lo feliz que hacía a su amado con cada muestra de amor. Aunque no con mucha exageración debido a que sabía que podía generar en Itome una gran dependencia hacía su persona. No quería que su peligris necesitara de el para poder seguir adelante ya que… sabía perfectamente lo doloroso que era eso… pero lo que no sabía era que el peligris… ya dependía de él hace mucho tiempo.
Ambos nunca habían sentido el amor verdadero. Las únicas personas que llegaron a amar los habían dañado de una manera demasiado grande. Ahora vivían un cuento de hadas al lado del otro. Muchos los veían como la pareja perfecta por su personalidades compatibles y algunos pensaban que no se veían nada bien juntos pero, poco les importaba. Solo eran el uno y el otro… nadie más… En su cuento ya estaba el felices para siempre que tanto habían esperado.
Quería estar todo el tiempo con el. Itome sentía que cada minuto sin estar a su lado era eterno. Sabía que estaba mal aquella obsesión que cada vez crecía más y más debido a que no podía agobiar al Azabache con su amor todo el tiempo. Su amigo de lentes veía que aquel amor iba por un mal camino pero cada ves que decía algo al respecto solo recibía miles de excusas. Itome estaba enloqueciendo de amor…. Algo que podría ser mortal en muchos casos.
Sus celos eran notorios. Su amado solo era de su propiedad. El corazón del mismo igual. Aún así... no le bastaba. Siempre vivió como el segundo plan de todos debido a que jamás fue amado como realmente soñaba durante sus noches de dolor. Ahora por fin tenia eso... nadie podría soltarlo. Sus besos eran dulces regalos para su corazón y sus tiernas palabras una inmensa alegría. No podía perderlo.
Por eso cuando vio como aquel chico se acercaba demasiado al rostro de su amado perdió por completo el control. Lo aparto bruscamente de su querido dejando al mismo helado por sus acciones. Solo miro de manera amenazante a aquel chico que intentaba hacerse el ángel. Simplemente tomo de la mano a su amado para irse de allí.
-Ves! Te lo dije!! Quiere alejarte de mí!!. Intentaba contener sus lágrimas al decir aquellas palabras que reflejaban su gran temor. El Azabache se quedó en un silencio sepulcral a mientras decía aquellas palabras sintiendo gran pesar de ver a su querido Itome de esa manera.
-Tienes razón Itome... pero no te preocupes.... me alejaré de el lo prometo. Respondió para que su amado ya no se sintiera de esa manera por aquel chico que solo había vuelto a romper su confianza. Itome sonrió de manera inmediata sintiendo como la calma se apoderaba de el.
Solo abrazó fuertemente a su amado escondiéndose en el cuello del mismo solo para comenzar a derramar lágrimas por la situación del momento. Tooru apesar de su sorpresa guardo la calma para no alarmar más las cosas. Itome sentía como su mundo volvía a la normalidad poco a poco.
Temblaba sin parar de tan solo imaginarse a alguien más en los brazos del chico que amaba con locura. No quería ser olvidado nuevamente por la persona que se suponía era el que debía brindarle amor como el hacía. Jamás se sintió especial. Nunca fue el objeto de admiración... Siempre fue el olvidado en una esquina. El que solo permanecía callado sin que nadie notará su presencia... Debido a que está poco importaba.
-Te amo mí Itome... Esas palabras lo llenaban de una felicidad que jamás había sentido en su miserable vida. Por fin era el protagonista de una historia que realmente le hacía sentir como si todo ya no importara... Solo su felicidad... Tooru era el único que lograba tal cosa.
Todo iba a un ritmo demasiado malo para la salud mental de ambos chicos, estaban rotos y una pieza rota aunque se intente no puede reparar otra uniéndose a esta, ya que las cicatrices están. Si se tiene conciencia estás podrán estar allí sin molestar, pero en este amor estaban presentes todo el tiempo.
Nada podría salir bien de aquel gran amor que a un ritmo lento se convertía en una obsesión incontrolable pero Itome no veía eso. Solo veía la felicidad que compartía con su amado debido a que eso era lo más importante en su vida. Su Tooru-kun era lo que importaba. Sabía que mientras su amado estuviera a su lado sería capaz de respirar durante el resto de sus días.
Solo lo necesitaba a el.
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~Bajo la lluvia~ -TooruxItome-
FanfictionLa hermosa lluvia de aquella tarde había hecho que sus vidas se conectarán permitiendo así que el amor que nadie esperaba apareciera volviéndose cada vez más intenso logrando curar las heridas que permanecían en sus corazones.