Solo caminaba totalmente destrozado hacía su habitación. Sentía que ya había perdido por completo a su amado. Lloraba incontables lágrimas mientras entraba a su habitación desolada. Quería cortarse pero se retenía por su querido... Aunque a estás alturas... Nisiquiera sabía si era suyo aún.
Quería pedirle perdón por lo que había encontrado. Tenía la teoría de que le peligris había pensado que el aún amaba al chico de cabellos rosados y que por esa razón se había ido, pero su cobardía no se lo permitía... Jamás le permitió hacer algo directamente. Esa era la razón de por la que nunca tuvo algún amigo.
Era lo más detestaba de su persona. Todo por sus miedos estúpidos que no le permitían tener gente a su alrededor. Se sentía una basura la mayoría del tiempo. En ningún momento de su vida se sintió suficiente para aquel maravilloso chico que ahora tenía a su lado. Lo único que le quedaba era llorar hasta que sus lágrimas pararán solo para fingir nuevamente que todo estaba bien.
Abrazaba fuertemente su almohada en busca de consuelo mientras que su mente le decía que seguramente el peligris lo dejaría muy pronto para volver nuevamente al lado de aquel chico de cabello rubio. Según el Azabache, Akemi era mucho mejor para Itome debido a su seguridad a la hora de actuar... El jamás podría ser capaz de realizar lo que el hacía con la misma seguridad. Todo lo que había pasado antes de esas horas parecía haberse borrado para Tooru
Aunque su dolor se vio interrumpido por pequeños toques en su puerta, simplemente se paró tambaleante limpiándose las lágrimas que quedaban en sus ojos color verde. Cómo puedo abrió la puerta encontrándose cara a cara con su amado, quien lo miraba totalmente neutral pero con una pizca de dolor en sus ojos, ambos entraron y se sentaron en la cama, el ambiente era totalmente tenso.
Ambos se hundieron cada vez más en el silencio que habían generado.Los dos con miles de palabras en su garganta la cual estaba envuelta en un nudo por la angustia que se sentía a su alrededor. Solo se mantuvieron cara a cara mirándose el uno al otro. Tooru sentía como sus sistemas se colapsaban por los nervios que el ambiente le daba.
-Tooru-kun... Porque... No pudo terminar debido a que el Azabache se había derrumbado en frente de el. Solo volvió sus manos puños mientras baja su mirada por la vergüenza que sentia. Sin poder mirar directamente a su amado.
-Lo lamento tanto mí Itome.... Dijo con pesar en corazón dejando atónito a su peligris por escuchar aquello sin poder creer sus palabras. Solo se volvió a generar aquel silencio sepulcral hasta que el Azabache decidió finalmente romperlo.
-Perdoname por no ser lo suficiente para ti... Discúlpame por no dejarte en claro que mí amor hacia Yuri ya se terminó hace mucho tiempo.... Tooru se derrumbaba en frente suyo provocando que sus nervios aumentarán dejándolo totalmente paralizado por sus palabras.
-Jamas me sentí suficiente para ti Itome... Tu eres perfecto... Todo en ti es maravilloso... Tu personalidad tan tranquila... Tu risa encantadora... Tu sonrisa iluminante... Y tu voz hermosa... No soy nada en comparación a ti.... Siguió hablando mientras las lágrimas bajaban por sus suaves mejillas. Itome no pudo decir nada por el dolor que sentía su corazón en ese momento.
-Mereces un príncipe... Y yo no soy eso... Yo te amo Itome... Eres mí motivo de seguir... Yuri fue a hace mucho... El no me causa la felicidad que en mis ojos se reflejan al verte.... Lo lamento si nunca te lo deje en claro... Yo en verdad... Te amo... Supongo que es mejor que... No pudo terminar debido a que los labios ajenos se lo impedían. Itome por medio de un impulso no pudo evitar besar con desespero los labios de su querido.
Tooru se quedó congelado pero supo cómo poder corresponder lo. Simplemente se fundieron en un apasionado beso mientras sentías sus lagrimas bajar por sus mejillas. Al terminarlo Itome solo se escondió en su pecho mientras soltaba algún que otro sollozo. Tooru solo comenzó a acariciar su cabello con tristeza por lo que pasaba.
-Prometeme que no lo haras de nuevo... Se refería a los cortes que había visto en la mañana sobre sus muñecas. Tooru le sonrió dejando de derramar lágrimas mientras besaba su frente para luego soltar un "Lo prometo" a su amado para que esté pudiera estar más tranquilo. Sin más Itome se cambió la ropa que tenía mojada para poder estar así más cómodamente con su querido.
Para su suerte era sábado por lo que no tendrían clases. Itome tras ver qué podía pasar todo el día con su amado sonrió con dulzura mientras se cambiaba en el baño del mismo. Solo se cambió el pantalón por uno más corto cubriéndolo con un buzo que le quedaba un poco grande. Tenía suerte de haberse olvidado aquella ropa en la habitación de su querido. Sus mejillas se prendían en un rojo intenso al recordar lo que habían echo la noche en la que se olvidó sus pertenencias.
Sin más se sentó al lado de su Azabache dejando que esté se recostara en sus piernas. Cuando sintió como el contrario comenzaba a besar sus muslos con lentitud. Solo volvió a prender sus mejillas en un tono rojizo al ver aquello. Tooru solo disfrutaba de los esponjosos muslos de su amado dejando pequeñas marcas en los mismos. Simplemente no podía evitar sentirse atraído por ellos debido a la gran delicadeza que portaban. Toda aquella tarde la pasaron juntos compartiendo su amor mutuo.
"En otro lado de la la Academia"
-Mas te vale para la próxima hacerlo mejor... Dijo una silueta de un chico de la clase 3-C mientras le extendia un fajo de billetes. El contrario solo lo miro durante unos segundos mientras tomaba aquel dinero. Ambos se encontraban en un aula totalmente vacía para poder hablar en privado debido a que no querían que nadie supiera que tenían conexiones.
-Como sea... Esta vez no funcionó pero para la próxima... Será mío por completo... Mencionó aquel chico de cabello pelirojo y ojos azules con arrogancia para así abandonar aquella aula a un ritmo lento y suave dejando solo al contrario. Este solo se cruzó de brazos con bastante furia.
Todo su plan debía salir a la perfección.
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~Bajo la lluvia~ -TooruxItome-
FanfictionLa hermosa lluvia de aquella tarde había hecho que sus vidas se conectarán permitiendo así que el amor que nadie esperaba apareciera volviéndose cada vez más intenso logrando curar las heridas que permanecían en sus corazones.