Llego a la empresa, las miradas de las personas especialmente de las mujeres no se me pasa desapercibido, un silencio se forma cuando llego y camino hasta mi ascensor, un buen día es lo que digo sin detener mi paso, subiendo hasta presidencia.
─Buenos días─ saludo a la recepcionista de mi piso a la que Iam no puede ver ni en pintura, según él, es muy ofrecida, hasta llegar al escritorio de mi asistente Eva.
─Buenos días Señor De Luca. ─ le regalo una sonrisa asintiendo, ella viene detrás de mí, resonando sus tacones en el mármol.
─ ¿Que tenemos para hoy Eva? ─ pregunto.
─A las nueve tiene una video conferencia con el señor Vladimir para concretar puntos sobre el nuevo proyecto y a las diez treinta la reunión con los socios, a las doce treinta almuerzo con su hermana Carolina. ─ suspiro, pasando mi mano por el rostro
─ ¿Le confirmo su almuerzo señor?
Miro a Eva antes de tirarme a mi silla. ─ Si confírmame ya la cancelé una vez, pegará el grito al cielo si le vuelvo a cancelar.
─Bien es todo señor por hoy, la tarde tiene libre.
─ Bien ¿Iam ya llegó?
─Sí señor, acaba de llegar, ¿lo necesita? ─ Si dile que venga por favor.
─Está bien, con permiso señor ─ solo asiento viendo salir a Eva. Debo hablar con él para dejar esto en claro, me froto el rostro, últimamente no duermo muy bien y ni un buen café consigue levantarme los ánimos.
Me siento es mi silla intentando organizar mis cosas, escucho la puerta, y veo que es Iam precisamente.
─ ¿Que pasa hermano? ─ entra sonriendo caminando hacia mi escritorio.
─ Hola Iam. ─Contesto serio, frunce el ceño y toma asiento enfrente.
─ ¿Que se te ofrece Dante? ─ cuestiona mirándome fijamente, es ridículo pelear con mi mejor amigo por una mujer pero esto es necesario.
─ Necesitamos hablar. ─ suspiro frustrado no sé ni por dónde empezar para no parecer tan necesitado.
─ Iam esto que te voy a decir te va parecer raro, pero... ─ hago una pausa─, necesito que te alejes de Paula. ─ declaro sin más, en tanto él abre los ojos más de lo normal.
─ ¿Y eso porque? ¿Porque me pides eso? no entiendo. ─luce confundido y comprendo su sorpresa.
─La quiero llevar a la cama, pero no podré hacerlo si está contigo por el tema de la exclusividad, tú me entiendes, lo que pagaste por ella te lo devolveré. ─ soy directo, para que dar vueltas al asunto pudiendo solucionar esto de la mejor manera, él me observa sorprendido
─ Es una estupidez Dante, ¿desde cuándo te gusta la misma mujer que a mí? ─ Así que le gusta a él, no es solo un estúpido contrato.
─No me gusta para tener una relación al menos no más que sexual ─ confieso sin saber realmente que es lo que quiero. ─ Solo quiero para follarla un par de veces y ya, pero no lo haré si está contigo─ se levanta de un salto caminando de un lado para otro, está nervioso lo sé.
─No lo haré Dante, ella me gusta, no me voy a alejar de ella lo siento, búscate otra a quien follar, a ella no, ella no es de esa clase de mujeres. ─ escupe molesto, yo suelto una carcajada. ─ ¿Y qué tipo de mujer entonces es?, ¿una dama que cobra por sus servicios? No me vengas con estupideces Iam, sé muy bien que es una prostituta que cobra por sus servicios, aprovecha su belleza para agarrar a los hombres.
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Eres mi Adicción (Ida Gonzalez)
RomansPaula Ricci es una mesera a tiempo completo en un restaurante, su vida siempre ha sido desafortunada desde el abandono de su padre y la muerte de su madre, hasta que un día una noticia llega a ella cambiando su vida para siempre al poner en su camin...