–¿Hay un motivo para que estés escondido en mi cuarto? Seulgi te está buscando por todas partes.
Al oír la voz de Sehun, Kyungsoo abrió los ojos y se enderezó en la silla en que había estado descansando. Se encogió de hombros.
–Quería un poco de silencio.
Apoyado contra el marco de la puerta, Sehun lo miraba con curiosidad.
–¿Por qué no estás con Jongin?
Con la rabia bullendo, Kyungsoo lanzó entre dientes.
–Jongin y yo no estamos realmente unidos por la cadera de momento.
Sehun sonrió.
–Ah –No dijo nada más, pero de algún modo su silencio resultó más mordaz que cualquier palabra.
–¿Alguien te ha dicho cuan irritante eres? –dijo Kyungsoo.
Sehun sonrió abiertamente, luciendo tan joven y hermoso que Kyungsoo no pudo evitar quedarse mirándolo. Sehun no era para nada su tipo, pero en un nivel puramente estético, podía ver su atractivo.
–Junmyeon me lo dice todo el tiempo –reveló Sehun–. Pero es difícil tomarlo en serio, ya que generalmente me besa justo después de decirlo –Su expresión se tornó especulativa–. ¿Qué pasó para que te enojaras tanto con Jongin? Normalmente lo ves como si él sostuviera la luna.
La mandíbula de Kyungsoo se tensó. No respondió.
–Espera, ¿finalmente le confesaste tu eternamente trágico amor? –Cuando Kyungsoo lo fulminó con la mirada, Sehun levantó las cejas–. ¿Estás diciendo que lo tomó a mal? Hmm. No me esperaba eso.
Suspirando, Kyungsoo se frotó los ojos. ¿Cómo se supone que iba a responder eso? Por un lado, Jongin se tomó la noticia muy bien; por el contrario, parecía estar decidido a hacer de la vida de Kyungsoo una lenta y exquisita tortura.
–A Jongin se le metió en la cabeza que debería hacer algo por mí –dijo rotundamente–, primero trató de encontrarme un novio perfecto, así podría olvidarme de él, y ahora... ahora intenta hacerme sentir mejor –Kyungsoo rio entre dientes–. Ya no lo entiendo. Dice que incluso pensar en mí de esa forma lo asquea... te lo dijo, ¿recuerdas?... y entonces me masturba y luego actúa como si no fuera la gran cosa...
–Guau, espera –Sehun estaba sonriendo–. ¿De verdad? ¿Te hizo una paja?
Kyungsoo intentó luchar contra el calor que sentía trepando por sus mejillas.
–No fue así. Él estaba sobre mí como de costumbre, y no entendía lo difícil que era eso para mí. Así que lo besé. Quería darle una lección, pero terminé –Hizo una mueca–... yo estaba hecho un desastre. Supongo que sintió pena por mí, así que me dio una mano. Literalmente.
Sehun lucía sorprendido.
–Junmyeon una vez me dijo, cuando todavía queríamos arrancarnos las gargantas mutuamente, que me mordió el labio porque yo lo irritaba demasiado –Se rio–. Eso sonó casi tan ridículo como lo que estás diciendo ahora. No ando por allí meneándole la polla a la gente porque siento lástima por ellos.
Kyungsoo sacudió la cabeza, bajando la mirada hacia sus dedos entrelazados.
–Jongin siempre tuvo esta cosa por cuidarme. Nunca podía mantenerse al margen mientras yo estuviera triste o lastimado. Por lo que viniendo de él, no es tan extraño.
Sehun hizo un sonido impaciente.
–Si tú entiendes por qué se está comportando de ese modo, ¿cuál es el problema? Dile que se detenga.