∂íα 11 | мαѕ¢σтαѕ

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Todoroki caminó hasta la entrada de su hogar con un suspiro aliviado, contento de llegar unas horas más temprano de lo habitual. Permitió que una última brisa acariciara su cabello antes de tomar sus llaves y empuñarlas para abrir la puerta principal.

Notó su casa muy tranquila, sin la televisión a todo volumen y canciones pegadizas que —por lo general— vienen con un desastre seguro en la cocina, lo cual no era normal considerando que Eri estaba al cuidado del peliverde.

Abrió la puerta y entró con cautela, quitándose los zapatos al entrar. No pasaron más de tres segundos cuando una niña saltó en su dirección, quedando frente a él, con las cejas fruncidas y un puchero enorme.

—¿Qué pasa? —cuestionó confundido.

—No puedo encontrarlo.

—¿A Izuku? —Preguntó, recibiendo un asentimiento entusiasta—. ¿Están jugando a las escondidas?

—Sí, solo un rato —se excusó, sabiendo que tendría que terminar su tarea en algún momento.

—Está bien —dijo finalmente, agachándose hasta su altura—. ¿Quieres saber un secreto?

El puchero desapareció de su rostro en cuestión de segundos, para dar paso a una expresión entre curiosa y confundida.

Al mismo tiempo, Rocky apareció al lado de Shoto, ladrando unas cuantas veces antes de finalmente estrellarse contra su costado.

—Rocky sabe dónde está —le susurró y luego se giró hacia el canino—. ¿Verdad que si? ¿Sabes dónde está Izu? Sí, claro que sabes.

El perro se tumbó en el suelo boca arriba, retorciéndose contento ante la atención del bicolor. Luego, salió disparado hacia el piso de arriba, siendo seguido por Eri.

En pocos segundos, se escucharon los gritos emocionados de la pequeña justo antes de que los tres aparecieran al pie de las escaleras.

—No puedes usar a Rocky como un rastreador —Midoriya reprendió y se acercó a Todoroki para saludarlo, colgando los brazos alrededor de su cuello y regalándose una de sus mejores sonrisas.

—Sí. Si puedo —responde, inclinándose ligeramente para colocar un suave beso en sus labios.

A unos pasos de ellos, Eri hace una mueca y un sonidito de disgusto. Con eso, Midoriya gira hacia ella con las mejillas rojas mientras se disculpa frenéticamente y le ofrece una partida más a cambio y por su parte, Todoroki solo ríe levemente.

Gentle | TodoDeku Fluff Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora