∂íα 24 | ¢σηѕтєℓα¢ιóη ∂є ρє¢αѕ

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Las veces que Midoriya duerme boca abajo son pocas. Por lo general, sucede cuando está muy, muy cansado. Lo suficiente como para preocuparse por cuál es la posición más cómoda para dormir.

Por su parte, en algunas ocasiones, Todoroki suele despertarse en medio de la noche sin razón alguna. Y esa noche no es la excepción. Se despierta con la mejilla presionada en el hombro del peliverde y rápidamente decide que la culpa es de la lámpara que aún sigue encendida.

Con un gemido bajo, se impulsa con sus codos para levantar únicamente su torso, sintiendo la mejilla que estaba presionada contra el hombro del peliverde, quedar expuesta al frío.

Maniobro su cuerpo lentamente y lo más silencioso que pudo hasta quedar sentado en la cama. Se apoyó de manera que pudiera extender su mano hasta la lámpara para poder apagarla sin necesidad de levantarse.

Para su buena o mala suerte, aún estaba a solo un paso de quedarse dormido. No pudo evitar perder el equilibrio y tambalearse un poco, a solo centímetros de caer sobre Izuku. Realmente no quería despertarlo, así que apoyó la mano que estaba en el aire sobre el colchón, hundiéndolo un poco bajo su peso.

Aliviado, cerró sus ojos por un momento y soltó el aire que estaba conteniendo. Cuando los abrió, extendió su mano para intentarlo de nuevo y en ese momento, por alguna razón, la espalda del peliverde llamó su atención.

Estaba al descubierto y ligeramente arqueada por la posición. De vez en cuando subía y bajaba perezosamente, acompañando su suave respiración. Con una mirada rápida, notó que había una franela en su mano, como si no hubiese alcanzado a ponérsela antes de caer rendido.

Pero, lo que realmente captó su atención fueron las pecas en su espalda.

Las había visto en otras ocasiones, sin duda alguna. Cada vez que iban a la playa e Izuku corría emocionado al mar como si fuera un alma que acaba de tener libertad; también las había notado en noches dominadas por el deseo y adoración mientras compartían momentos íntimos, llenos de amor o de pasión mientras las recorría con la mirada, marcando una constelación de pecas, tal como ahora.

No resistió la tentación y extendió una de sus manos, paseando sobre la piel suave con roces que hicieron a Izuku inclinarse hacia él y acurrucarse contento. Sus pecas son hermosas y Shoto cree que lo hacen muy especial. Ama cada una de ellas y podría considerar quedarse despierto a contarlas.

Cumple su misión de apagar la luz y se acuesta nuevamente, con su mejilla presionada en su espalda y una constelación de pecas a solo centímetros de su rostro.

Gentle | TodoDeku Fluff Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora