Capítulo 12

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Dibujaba o al menos intentaba dibujar. Después de la preciosa fiesta de la familia de su esposo, se olvidó por completo de que aún le faltaban tres bocetos por terminar para el lunes. Esos bocetos eran los más importantes de su carrera, entonces: ¿por qué no podía elaborar unos diseños de moda con ropa elegante y casual pero abrigadora, perfecta para la temporada? Ni siquiera él lo sabía.

Un poco frustrado, decidió parar. Pasó sus manos por su cabellera castaño pensando en un buen modelo. Inesperadamente lo sorprendió, la persona que no quería ver.

―Jefe...

―Tomlinson, ¿no has terminado los bocetos? ―preguntó el beta, mirando que aún tenía lápiz de grafito en mano y una hoja con diversos borrones en su pequeño escritorio―. Tuviste el fin de semana libre, supongo que tu viernes y sábado fueron divertidos. Recuerdo cuando no me importaba mi empleo.

―Jefe, lo siento. Lo que pasa es que el fin de semana fue algo apresurado. El sábado fue la fiesta de cumpleaños del abuelo de mi esposo y... ―pero calló al percatarse de que ha nombrado a Harry.

―¿Esposo? ¿Contrajiste matrimonio? ―preguntó el beta, mirando como él asentía con cierta timidez y rubor en sus mejillas, mientras se rascaba la nuca con nerviosismo―. Gracias por la invitación. Ni siquiera sabía que tenías novio.

―C-como, ¿no se lo dije? ―contestó el omega, tratando de disimular su nerviosismo. Su jefe había negado―. Lo siento: fue algo tan apresurado que...

―Bueno, bueno; eso será historia para otro día, ¿no crees? ―interrumpió a Louis, comenzando a sentarse junto al chico—. Escucha, llevo mucho tiempo en este negocio y sabes que algo que valoro de mis empleados es la honestidad, así que voy a ser honesto contigo. Gwyneth y tú están igual, laboralmente, claro. Ella traerá a su esposo al retiro, así que pienso que también deberías de traer al tuyo.

―Estará presente, cuenta con ello ―contestó seguro, mirando el rostro sonriente de su jefe.

―Perfecto ―dijo mientras se levantaba y se retiraba de la oficina del omega.

Louis dio un gran suspiro de irritación y volvió a sus bocetos sin imaginación de hace rato.

🎰💰🎲

Al terminar su día, después de haber dibujado sólo la silueta femenina en sus bocetos, salió directamente al departamento de su esposo, rezando a quien quisiera escucharla que aceptara ir al retro con él.

No tardó en llegar. Subió las escaleras con cansancio y pesar y, al quedar justo en frente de su departamento, no sabía qué hacer. Abrió la puerta lentamente y lo buscó con la mirada. Ahí estaba el alfa, y él solo esperaba que le dijera que sí.

🎰💰🎲

A la mañana siguiente, a la que Louis fue a trabajar medio turno para entregarle así sus bocetos a su jefe, el amigo de Harry, Liam, lo visitó, argumentando estar aburrido y con ganas de molestar a alguien.

Lo recibió no muy convencido de ello, mientras que aún veía la televisión y desayunaba un buen plato de cereal. Ante la insistencia de su compañero, Harry le contó todo lo que había vivido en su fin de semana, incluyendo lo de la noche anterior y la reunión de Louis. Liam analizaba la situación.

―Déjame ver si entendí. Él te pidió que lo acompañaras a su retiro de trabajo de manera linda, ya que es lo más importante para él; y tú, técnicamente, le dijiste que no —por completo aquella escena vivida, a lo cual Harry asintió no muy convencido.

―Sí, Liam, así es.

―Déjame preguntarte esto, ¿por qué sigues sentado aquí? ―contestó el castaño, dándole un leve golpe en el hombro de su amigo―. ¡Harold! ¡Tienes que ir a ese retiro! ¡Tienes que fingir ser el esposo perfecto frente a todos sus conocidos! Usa tus encantos para que cuando él esté comiendo de tu mano, lo hagas firmar esto.

Comenzó a escribir improvisadamente mal en una pequeña hoja de papel, bajo la mirada dudosa de su compañero. Al poco rato de terminar la releyó y se la dio a Harry de manera poco brusca. El ojiverde la leyó, para después mirar a su compañero, quien tenía una sonrisa triunfadora.

―¿Qué es esto?

―Un documento ―contestó con voz de lo obvio―. Testifica que Louis te entregará todos los derechos de su parte, Harry. Le dirás que si no lo firma, hablarás con todos sus conocidos diciéndoles la verdad.

La mirada del ojiverde mostraba dudas sobre esa hoja de papel mal cortada y elaborada, mientras se le mostraba molesto. Liam comenzó a quitarle restos de papel a la hoja con cuidado.

―Sí, sé que no se ve nada bien, pero luego lo pasaré en limpio y lo haremos oficial.

Harry aventó la hoja a un lado de él, bajando la mirada dudoso. Liam mostraba un rostro de dureza, aunque no buscaba intimidar sólo tratar de convencer. Al poco rato suspiró.

―No lo sé, Li, esto es...

―Escucha, Harry ―lo interrumpió― el juicio es en una semana. Si quieres ese dinero, es ahora o nunca.

El rizado de ojos verdes como la esmeralda tomó una vez más la hoja de papel mientras le daba otra leída, tratando de entender la letra mala de Liam.

Dio su centésimo suspiro de la tarde, para después mirar a su compañero. Asintió levemente, confirmando que daría a firmar la hoja. Liam sonrió triunfante, mientras que Harry formó un rostro de duda. 

LOCURA DE AMOR EN LAS VEGAS (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora