Khalid Al-Ghurair, un poderoso hombre de negocios, que se siente atrapado entre las tradiciones y el deseo de hacer su propio camino.
Cayetana Salas una brillante artista que prefirió las candentes arenas de Arabia para dejar en estas las huellas...
¡Gracias totales e infinitas! Me conmueve mucho que siguieras estas líneas hasta aquí. Todo mi corazón, entusiasmo y esfuerzo estuvo por completo enfocado en este proyecto que te he obsequiado y hoy llega a su final.
Desde siempre tuve una fascinación por el mundo árabe y la sensualidad que lo rodea.
Pero escribir a un hombre como Khalid Al-Ghurair no fue sencillo. Deseo con todo mi corazón que pudieras ver en él lo mismo que me enamoró a mí. Que mis limitadas capacidades con la escritura no te impidieran ver al hombre fuerte, sagaz, duro y ardiente como la tierra de que procede. Un hombre que no se justifica ante nadie, que no se disculpa por su fe. Que ama con ímpetu y que honra sus afectos con cada una de sus acciones. Y que sin embargo, no esta exento de cometer errores. Por otro lado, Cayetana Mujica-Salas es su contrapeso perfecto. Una chica independiente que lo desafía. Que siempre se mantuvo firme y digna en su valor, que lo amó y aceptó sin reservas.
Hoy les digo adiós a estos bellos personajes y les agradezco con toda mi alma que me hayan confiado su existencia para compartirlos con ustedes. Y nada, si así lo quiere la vida, nos leemos en otra historia.
Deseándoles felicidad infinita para sus vidas,
Itzel.❤️
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