(IMPORTANTE: Favor de leer las notas al final! ('. • ω •.') ♥)
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"¿Estás cansado, baobei?", preguntó, acomodándose mejor a Binghe en la espalda mientras subían la escalinata de la colina donde estaba su hermana. Los Shen se habían quedado atrás a esperarlos, sabiendo que era un momento muy privado para ellos.
"Está muy lejos... ¿por qué mama está aquí?", sus bracitos se aferraban alrededor de su cuello, una manita jugueteando con el collar que Ice King le había enviado.
"Porque a mi jiejie le gustaba mucho la ciudad. Desde aquí puede verla siempre," se detuvo frente a las hileras de estantes, buscando el número grabado hasta dar con él y caminar entre decenas de muertos. "Vendremos más seguido si baobei quiere, ¿te gustaría eso?", preguntó, bajándolo.
"Mmm... sip. ¿Dónde está mama?", lo tomó de la mano, caminando a su lado, mirando cajas de cristal llenas de fotografías y flores.
"Aquí arriba... debería traer un banco la próxima vez," suspiró agachándose para tomarlo de nuevo en brazos. "Saluda a mama, baobei."
Binghe miró las fotografías, los dibujos, las flores, llevando sus manitas contra el cristal para saludar a la mujer de la fotografía, aquella a la que cada día se parecía más. ¿Estaría feliz al ver cómo cuidaba de su hijo? Esperaba que sí, más con las historias que Binghe comenzó a contarle, sacando de su mochila las fotos que habían elegido para llevarle y los dibujos que había hecho esos días para su mami. Sonaba feliz, mostrándole cada foto y contándole qué habían estado haciendo, dándole los saludos de la gente de Luohe y prometiéndole que iría a visitarla otra vez con su baba. Tomó la llavecita que siempre guardaba con sumo cuidado, abriendo la cajita y permitiendo que Binghe arreglara todo dentro, tomando la foto de su madre y besando su frente.
"Mama no está sola. Bingbing y baba están aquí," sonrió su sobrino, limpiándose los ojitos y señalando la foto de ellos juntos que había dejado al lado de la de Shang Xia. Se rió un poco, besando su cabecita sudada y casi arrepintiéndose al instante.
"Mama siempre va a tenernos a su lado," aceptó, cerrando la cajita. Era difícil verla allí, sin escuchar su voz, pero más aún que Binghe no pudiera hacerlo, que solamente fuera capaz de verla en fotos y escuchar historias sobre ella. Aunque...
Quizás pudiera mostrársela en alguno de sus dramas.
Era algo que había estado pensando últimamente, si revelarle que su madre había sido famosa y así permitir que la viera más, o mantener ese secreto. No había motivos para que Binghe no lo supiera, pero temía aún por lo que Huan Hua había causado. No tenía idea de qué habría pasado con el padre de Binghe, y su hermana había tenido que dejar todo atrás por culpa de ellos. Le gustaría mantener ese secreto lejos de su sobrino para que no le afectara... pero si lo hacía, le parecía muy injusto.
"Bingbing... ¿vamos a casa?", susurró, limpiando los ojitos de su niño y sus mejillas enrojecidas.
"Mn. Adiós, mama," se despidió con la manita, abrazándose más a él mientras se alejaban.
"A-Bing... ¿no quieres caminar?"
"¡No!", se abrazó más a él.
...
Bajó la escalinata sintiendo el sudor cayendo por su espalda y sus brazos adoloridos mientras Binghe jugueteaba con su collar y se llevaba el dije a la boca.
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La Vida Secreta Del Autor - [Moshang]
FanfictionA los 20 años, Shang Qinghua comenzó a escribir 'Camino del Orgulloso Demonio Inmortal' a los 20 años, ganando un lector obstinado que buscaba enamorarlo, perdiendo a su hermana y tomando la responsabilidad de criar a su sobrino llevándolo a vivir u...