La Vida Secreta Del Autor - [Moshang]

Capítulo 19 - Decisiones y Desenlaces

SI NO HAN LEÍDO EL CAPÍTULO 18 (PUBLICADO EL 24/05/22), POR FAVOR REGRESEN A LEERLO O NO VAN A ENTENDER NADA

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"A-Hua...", Chen-jie se acercó a él, preocupada. Los había recibido con la misma mirada aterrada que le había visto solo en dos ocasiones: cuando Xia-mei falleció y cuando esa mujer se presentó en su puerta soltando estupideces. Peor fue verlo sonreírle a los niños como si nada pasara, felicitando a Mingyan por haber perdido su primer diente de leche y pidiéndole a Qingge que llevara a los menores a jugar un rato en la habitación. No fue hasta que los escucharon comenzar a jugar y reír en voz alta que se atrevió a dejarse caer en el sillón y mostrarles aquél sobre. No podía creer lo que leía allí, pero estaba sellado y era oficial. Esa mujer, contra la que Huang Shishi ahora despotricaba dando vueltas por la sala, se había atrevido a iniciar un proceso legal en su contra para arrebatarle al niño. No podía creerlo y apenas era capaz de controlar sus ganas de buscarla y abofetearla hasta que dejara en paz a los Shang. ¿Cómo se atrevía a esto? Ni siquiera existía la posibilidad de que ganara, pero se había atrevido a hacerlo. Shang Xia no había mentido las veces que habló de su madre y su afán por sacar provecho de sus hijos. Le estaba pegando donde más le dolía a su hijo solo para conseguir dinero.

"¿Qué haré si me lo quitan?", preguntó, mirándola, algo perdido y desesperado por la situación, "Prometí cuidarlo y... creí que lo estaba haciendo bien..."

"Lo haces, a-Hua," sobó su espalda, sintiendo cuán tenso estaba por mantener sus emociones bajo control. No lo había visto caer en ese estado desde hacía tiempo, pero estar bajo la mirada constante de Binghe no podía ser sencillo, menos cuando esto sucedía y pretendía escondérselo. "Binghe es muy feliz a tu lado y tiene todo lo que un niño de su edad debe tener."

"Es verdad lo que Chen-jie dice, a-Hua. No le hagas caso a la estúpida de tu madre. Ugh, quisiera verla ahora mismo para romperle esa cara llena de botox. Ja, ya se las verá conmigo en cuanto esto termine," Huang-mei estaba a nada de golpearlos con sus puños en medio de su arranque de ira, pero consiguió que Qingqing soltara una pequeña risa.

"¿Ves? No te preocupes tanto. No puede quitarte a Binghe. Seguro pedirá un acuerdo y allí veremos cuánto dinero quiere realmente."

"Lo sé... pero... ¿por qué aceptaron esto? ¿Y si tiene pruebas? ¿Y si me lo quitan y lo llevan a un orfanato? Lo van a alejar de mí–"

"¿Pruebas de qué, a-Hua? Todos en Luohe han visto a Binghe crecer contigo, ¡sobre todo nosotras! Iremos al estrado y ya verá cómo se le caen sus mentiras," Huang-mei le dio un golpecito en la frente para que la mirara, "Xia-mei lo dejó a tu cargo y solo hemos visto cuánto lo quieres. Es lo mismo que verán ellos," señaló el sobre.

"¿Y si no?"

"No pasará," respondió, mirando a Qingqing con seguridad. ¿Qué pruebas podría tener esa mujer para quitarle la custodia de Binghe? Además, fue una mala madre, ¿quién dejaría a un niño a su cuidado sabiendo eso?

...

Después de llegar a Luohe con tal urgencia por culpa de la estúpida voz llena de miedo de su amigo al teléfono, tenía que aceptar que no había imaginado encontrarse con esas noticias. Esa mujer, esa maldita mujer, se atrevía a irse por la vía legal para quitarle al mocoso. Casi se rió con desdén, pensando qué sarta de mentiras habría dicho a los tribunales para que su caso fuera aceptado, hechos que caerían en un instante en cuanto tuvieran una audiencia, pero la cara de Shang Qinghua lo detuvo. Estaba casi vibrando del pánico que tenía y nada, ninguna palabra de sus vecinas, palmadas en la espalda de Wei Qingwei o las amenazas de muerte que Qi Qingqi estaba lanzándole a esa mujer, podía sacarlo de ese estado.