Ni las medallas ni los festejos tras el festival podían borrar la amargura que sentía Shang Binghe tras escuchar lo que Qingge-ge había dicho. Estaba enojado, dolido, sintiendo que su papá se alejaba de él, viendo cómo alguien más se lo llevaba de su vida. No podía hacerlo. No iba a permitirlo.
"¿Por qué lo hiciste?", preguntó en cuanto entraron a la casa, seguidos por Mu-shushu. Se había mantenido en silencio todo el trayecto a casa, apenas despidiéndose de su padre y primo y lanzándole miradas de odio al hombre que solo había llegado a estropear su vida.
"¿Que hice qué, a-Bing?", pero podía ver que había puesto nervioso a su baba, sabía lo que había hecho.
"¡Besaste a ese tipo!", soltó, perdiendo la paciencia. Adoraba a su papá, era de las personas más importantes en su vida, de los pocos con los que siempre contaría, pero la posibilidad de perderlo estaba muy arraigada en él desde el primer instante en que se dió cuenta que podría suceder. "¿Por qué hiciste eso?", lo siguió hasta su habitación, notando que se quitaba las medallas y las dejaba en la mesita de noche, sin mirarlo aún.
"Porque se gustan, Binghe," señaló Mu-shushu detrás de él, cruzado de brazos como si esto no fuera importante. Se giró para mirarlo, molesto. ¿De qué lado estaba? Había prometido siempre ayudarlos a cuidar de baba, lo sabía. Pero al parecer sus promesas no contaban ahora solo porque se las habían hecho a un niño, ¿no? Nada más que mentiras para apaciguar a un infante y eso le molestaba aún más.
"Baba...prometiste no casarte sin mi permiso," soltó, cruzándose también de brazos y mirando a su padre hasta que volteó a verlo también, confundido por un momento, recordando las palabras que hacía tantos años habían dicho. Apenas recordaba ese día, pero sus palabras habían sido muy claras y no le permitiría salirse de esa. "Prometiste no casarte si yo no lo apruebo," reiteró, irguiéndose y notando los pocos centímetros que lo separaban de la altura de su papá. Antaño había pensado que era muy alto, adorando ser cargado por él para mirar todo desde sus brazos, pero ahora era más consciente de la realidad. No era tan alto como sus tíos, no era tan grande como antes pensaba, menos cuando lo miraba sin saber qué decir.
"Baobei..."
"Prometió no casarse sin tu permiso, pero no dijiste nada de tener una relación, a-Bing," aportó su tío, ignorando los gestos de su baba para acallarlo. ¿De qué lado estaba? ¿Por qué de repente se ponía en su contra?
"Eso no–"
"Baobei, es verdad. Además...¡no me estoy casando! Ni siquiera estoy seguro si quiero eso," rió nerviosamente su papá y la sola posibilidad de que eso sucediera, la forma en que desestimaba sus palabras, le hizo ver rojo. Bufó, bajando los brazos y apretando los puños, saliendo de la habitación, cruzando el comedor hasta llegar a su propio cuarto, enojado como hacía tanto no lo estaba. ¿Y qué si no estaba seguro de casarse? ¡Lo estaba considerando con tan solo pensarlo! Ya se había convencido una vez de casarse con ese tal Mo Beijun, ¿no? Ya lo había pensado igual y ahora...ahora...
Se detuvo, mirando por la ventana sin ver más allá de los stickers que alguna vez había pegado en el vidrio, pensando. No llevaban más de unas semanas desde que se reencontraron, ¿y ya pensaba en matrimonio? Estaba perdiendo a su baba más rápido de lo que pensaba. No podía permitir que siguiera así. Tomó su mochila, guardando su pijama y algunas cosas, antes de salir de allí ante las miradas de su tío y su papá.
"Me iré con gege, no quiero hablar con ustedes," soltó, saliendo a toda prisa, casi chocando con Wei-bobo en su camino.
"A-Bing, compramos hela–", empujó la verja y salió, incapaz de hablar.
Si Liu Qingge no hubiera visto a ese tal Mo Beijun besando a su baba en el festival, no se habría enterado del peligro en el que estaban. Algo tenían que planear, necesitaba de Yuan-ge para saber qué podían usar en contra del editor para sacarlo de sus vidas. No iba a dejar que nadie le arrebatara a su papá.
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La Vida Secreta Del Autor - [Moshang]
FanfictionA los 20 años, Shang Qinghua comenzó a escribir 'Camino del Orgulloso Demonio Inmortal' a los 20 años, ganando un lector obstinado que buscaba enamorarlo, perdiendo a su hermana y tomando la responsabilidad de criar a su sobrino llevándolo a vivir u...