Capítulo 18 - Caída Libre

320 51 24
                                    

[ANUNCIO IMPORTANTE AL FINAL!!]

_


Mo Beijun miró el reloj de su computadora, cómo marcaba los minutos pasando ya de la media noche, preocupándolo más con cada segundo que pasaba sin obtener una respuesta.

Habían quedado de llamarse esa noche, Shang Qinghua le había insistido en hacerlo un poco más tarde que de costumbre porque sería el cumpleaños de su sobrino y estaría muy ocupado hasta tarde, pero hacía dos horas que esperaba por él y no sucedía nada. Había enviado mensajes que seguían apareciendo allí sin ser contestados. No quería pensar que había pasado algún incidente pero tampoco le agradaba la idea de que tal vez Qinghua se había olvidado de su cita. No era normal. A lo sumo solía aparecer unos minutos más tarde o enviarle un mensaje de antemano para avisarle que no podría conectarse y así cambiaban el día de la videollamada, pero su silencio...era inquietante.


《 Seguiré aquí un rato más. 》

《 Espero que nada malo haya sucedido. 》


No podía hacer más que esperar y eso le frustraba demasiado. En cuanto se vieran finalmente en persona, cuando hubieran dejado atrás esta fase de su relación y al fin fuera capaz de llamarlo por teléfono, no dudaría ni un instante en preguntar si algo había sucedido o ir hacia él si sentía que algo raro estaba pasando. No esto.

No quedarse esperando, mirando la pantalla cada pocos minutos, deseando que Avión apareciera.


___


"Ya se durmió," dijo Qingge en voz baja, sentado en el sillón a su lado con los pies de Binghe sobre su regazo. Habían sido largas horas desde que esa mujer, a la que no quería volver a llamar 'madre', se había ido, pero los efectos de la bomba que había soltado al aparecerse en la entrada aún no terminaban de sentirse. Siguió acariciando la cabecita de su niño que no lo había soltado en ningún momento, temeroso cada vez que alguien intentaba abrazarlo para soltarlo de él y que pudiera calmarse.

"Esperaré un rato más para llevarlo a la cama..."

"Debería dormir contigo esta noche," Chen-jie se acercó para servirle otra taza de té, aunque la anterior se había enfriado apenas siendo probada. Sus manos al fin habían dejado de temblar, pero prefería seguir abrazando a Binghe que tomar algo para calmar su ansiedad. De todas formas, lo que la causaba era la amenaza de esa mujer, el tener lejos a Binghe y perderlo. Se sentía mejor con él en sus brazos.

"Lo haré... tampoco quiero separarme," musitó. Tenía mucho miedo, no podía negárselo a nadie, pero había hecho el intento para que Binghe no viera cuánto le habían afectado esas palabras. Ante él, tenía que mostrar una fortaleza que no sentía. Qingge, silenciosamente, tomó un pañuelo para limpiarle las lágrimas que no se había dado cuenta comenzaban a deslizarse por sus mejillas. Había hecho de todo por contenerlas, pero era imposible ahora que podía dejarlas salir sin que su sobrino lo notara. Dormía aferrado a su ropa, con la carita roja por tanto llorar y el ceño fruncido; no quería preocuparlo más. "Gracias," murmuró, respirando hondo.

"No pasa nada, Hua-ge. No se llevará a a-Bing," y, siendo Qingge, se puso en pie y le mostró la nueva pose que había aprendido en sus clases de wushu, con esa mirada decidida a terminar con sus enemigos. Intentó no reírse para no despertar a Binghe, pero realmente le ayudaba el ver que no era el único allí decidido a proteger a su niño.

La Vida Secreta Del Autor - [Moshang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora