♡Sentados el uno frente al otro, Taehyung y Jimin se miraron fijamente. El primero se había quitado la coletita de palmera de su cabeza al darse cuenta de que aún la llevaba, y ahora su pelo castaño ondulado tapaba un poco sus orejas y caía levemente sobre su frente.
El mayor estaba demasiado abochornado todavía. Taehyung insistía en sonreírle con demasiada complicidad y llamarle su cita todo el rato, y realmente estaba derritiendo las barreras de su lobo —que ya de por sí era propenso a encapricharse con cualquier alfa amable que veía—. Cada vez que el rubio lo sentía emocionado por la presencia, las palabras o el olor de Tae, se recordaba a sí mismo la existencia de Namjoon —con quien era innegable que había algo— y de Jeon Jungkook, el otro cachorro metido en todo ese lío.
No hablaron entre ellos más que para aconsejarle a Jimin qué pedir. Finalmente, Taehyung se decantó por un batido extragrande de fresas con nata y chocolate blanco, acompañado de un trozo de tarta de oreo y queso. Jimin no tenía tanta hambre, así que cogió un bubble tea helado de mora y frambuesa, con una medialuna dulce para acompañar.
La mesera beta les sonrió con amabilidad y les tomó el pedido en unos segundos, marchándose rápidamente y dejándolos solos. El local era muy bonito, no muy grande, pero acogedor. Todo estaba pintado y decorado en un llamativo color rojo, con mesas y sillones de cuero, grandes ventanales que dejaban entrar la luz del atardecer.
—Mi madre y la madre de Jungkook son mejores amigas de la infancia —comenzó a explicar el moreno—. En aquel momento era muy común que separasen a los omegas de las otras castas y les dieran una educación más acorde a lo que se esperaba de ellos, así que ambas estudiaron juntas y compartieron su amor por la confección y el diseño de modas.
Jimin estuvo atento a la explicación, sintiéndola familiar a lo que alguna vez su madre le había contado en cuanto a su época en la escuela. Ella y su padre habían asistido a una institución común de betas, pero aún recordaba la educación tan sesgada que se les daba a los omegas de su generación.
—Nadie creyó en ellas cuando montaron un pequeño atelier y comenzaron su propia marca, excepto mi padre y el señor Jeon, que también eran mejores amigos y se enamoraron de mamá y la tía Chanmi.
—Eso es muy bonito, como si fueran una pequeña manada.
Taehyung sonrió.
—Oh, lo eran. Cuando Jin hyung nació, los tíos cuidaron de él como si fuera su propio hijo y por eso es que el muy bastardo es un mimado —bufó, rodando los ojos. Jimin rio un poco—. Luego llegué yo y al poco tiempo Jungkook, así que los dos nos criamos como hermanos. Namjoon hyung también formaba parte de la familia ya que su madre omega falleció y fue muy difícil que se criara sin ella, así que mamá y la tía Chanmi lo acogieron como si fuera su cachorro.
—Me ha contado un poco sobre ello —asintió—. Es muy bonito que tu madre y tu tía hayan cuidado así de él. No todos los omegas aceptan a cachorros ajenos.
Cuando el moreno tenía intenciones de contestar, la camarera llegó con su pedido en dos bandejas. Lo dejó sobre la mesa y se marchó con una inclinación, dedicándoles una sonrisa.
—Es cierto, pero —Taehyung dio un sorbo a su batido, gimiendo de gusto por lo delicioso que estaba— la madre alfa de Nam hyung estaba intentando superar el lazo roto y casi muere en el proceso, así que era prácticamente como si mi primo estuviera abandonado. Los omegas tenéis la capacidad de generar lazos con los bebés, y eso fue lo que hicieron mamá y Chanmi. Namjoon está vivo gracias a ellas.
—Eso es... heroico, Tae. La mamá de hyung estará muy agradecida.
—Créeme, lo está —se tomó una pequeña pausa para probar el pastel de oreo, que estaba tan delicioso como siempre. Jimin no podía evitar sonrojarse por los soniditos de gusto que soltaba el alfa cada vez que daba un bocado—. Luego están mis dos hermanos pequeños, Jisoo y Sungjae. Son mellizos y digamos... que no fueron tan planeados como Jin hyung y yo.
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Donde Caben Dos, Caben Tres
FanficKim Taehyung y Jeon Jungkook son los reyes del campus universitario. Hijos de familias cercanas, ambos alfas se conocen de toda la vida y se odian a muerte. Al menos, eso es lo que le cuentan a Jimin, un omega transferido que se sorprende por el des...