◟ ㅤː 𝗺𝖾𝗍𝖺𝗇𝗈𝗂𝖺 ִ ִ ¿ ࣤ 𑁍 hyunin ?

𝖮𝟮

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— ¿ahora sí me dirás lo que está pasando?— interrogó el rubio, cruzándose de brazos frente al pelirrojo recostado sobre el colchón, quién lo miraba cansado pero dispuesto a contarle el cómo se había estado sintiendo desde hace unos días.

luego de aquella inesperada parada en la enfermería, jeongin despertó totalmente aturdido, encontrándose con una enfermera invadiendo su espacio personal y a un jisung a punto de llorar. el malestar había disminuido después del corto desmayo pero le tomó un momento considerable sentarse sobre la camilla sin sentirse mareado.
Sin embargo, había logrado convencer a su amigo de volver a casa y ahora estaba ahí, envuelto en mantas mientras trataba de tragar un té sin hacer muecas por el ardor en su garganta.

— estabas ahí, viste que pasó.— contestó cortante, ocultando su rostro entre las frazadas para evitar la mirada fastiada de su vecino.

— jeongin.— habló el rubio nuevamente en un tono de advertencia.

— ¡Bien! ¡No sé! — exclamó frustrado. El hecho que ni el mismo pudiera entender lo que le pasaba a su cuerpo era un total martirio pero no sentía que debía decirle a otra persona, no quería preocupar a las personas a su alrededor pero ahora jisung no le estaba dando opciones por lo que, luego de un gran suspiro, agregó: — hace semanas me siento fatal y no sé que pasa, puedo levantarme y sentir que será el mejor día de mi vida ¡Y en dos segundos estoy devolviendo todo lo que comí, incluso el helado, jisung! ¡El helado!

el nombrado arqueó un ceja en silencio, analizando con los labios fruncidos en una línea todo lo que acaba de soltar su amigo mientras tomaba asiento en una esquina de la cama. Todo le parecía sumamente extraño, ¿de verdad una ingestión podía durar tanto tiempo? no lo sabía por lo que optó por anotarlo mentalmente y buscarlo en Google más tarde para centrar toda su atención en la oruga gigante a su lado.
Todas las posibles enfermedades pasaban por su mente, una más trágica que la otra, pero acaba por descartar cada una de ellas con el pensamiento que su jeongin no podía tener algo así y después de un rato acabó por rendirse; esperando unos segundos o tal vez minutos para hablar:

— quiero que mi sobrino se llame hannie.

oh, claro que lo dijo en broma, el tono burlón y media sonrisa en su rostro lo dejaba en evidencia, pero jeongin se enderezó de golpe sobre la cama con una expresión alarmada, casi de horror, y aquello borró lentamente su expresión.

— no, no.. ¿qué mierda, jeongin?— logró articular luego de unos segundos, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un pequeño quejido.
Realmente esperaba que aquello solo sea una suposición sobre la condición del menor, sabía sus sueños y metas que tenía por cumplir.. un bebé en la vida de su amigo lo haría dar un giro a todos sus planes y era algo que realmente no deseaba que le pasara, no a él, no después de todo lo que se esforzó y sigue esforzando por su futuro.

por otro lado, el afectado estaba pasmado con toda la información que daba vueltas por su cabeza, sus neuronas trabajaban uniendo las fechas y el montón de posibilidades, buscando el más mínimo indicio de que quizá era otra cosa pero todo parecía apuntar al mismo resultado: un bebé. ¿Que haría con un bebé? El aborto no era legal, mucho menos para hombres especiales como él y dejar el niño en algún orfanato no era tan fácil como lo mostraban en las películas, venderlo a una familia ni siquiera era una opción, en caso de estar en espera y tenerlo; no dejaría a un ser nuevo en el mundo en manos de personas con intenciones desconocidas.