La felicidad en manos de un prostituto.

Un ocaso en Rumania

Eran las 7 de la mañana y desde las 5 Harry no había podido pegar un ojo.

Aquel día todo tendría fin, Harry ansiaba que terminara de la mejor forma pero sabía que no podía ser tan optimista. Había pasado demasiado tiempo, Louis podría haber atravesado cualquier situación, podría no ser el mismo que había conocido antes y tal vez podría odiarlo demasiado.

-Buenos días.- Harry había bajado a la cocina por un café y su jefe de seguridad Taylor y Paco estaban allí también por el mismo objetivo.

-Buenos días Harry.- ambos hombres voltearon a verlo.

-Gran día hoy, cómo estás?- inquirió Taylor volviendo su vista a la cafetera.

-Todo en orden Taylor, no dormí muy bien. Cómo estás tu? todo listo para hoy?- el alfa tomó asiento y Taylor se acercó ofreciéndole una taza con café y un plato con tostadas.

-Entiendo, creo que nadie ha dormido como es debido Harry. Nadie quiere fracasar y mucho menos defraudarte...- una breve pausa y una mirada cauta atravesó al alfa.- Todo está listo, los primeros hombres se movieron en la madrugada asegurando el perímetro y los segundos están en posición desde hace dos hora. Cuando estemos listos entraremos, solo tienes que dar la orden.- el hombre había tomado asiento frente a Harry sorbiendo su taza de café.

-Sé la clase de hombres y mujeres que me rodean el día de hoy, sé lo valientes y fuertes que son. No importa el resultado al final del día, nadie me defraudará. No te preocupes y gracias Taylor.- Harry volteó la visa hacía el otro alfa que se encontraba a su lado.

-Cómo estás Paco?- inquirió.

-Bueno.. nervioso, me sudan las manos y no pegué un ojo anoche. Creo que la última vez que me sentí así fue cuando Louis se graduó..- aquello había sonado muy melancólico y Harry sintió su corazón estrujarse un poco.

-Siento eso Paco, de verdad lo lamento. Jamás quise que Louis pasara por todo esto... lo lamento.- Harry estaba tan afligido y dolido que no sabía ya cómo disculparse.

-Calma hijo, realmente agradezco que Louis tenga a alguien como tú a su lado aún en la distancia. No podría haber pedido ninguna otra cosa para mi hijo.- Paco estiró su mano hacia Harry colocándola en su hombro izquierdo como muestra de su apoyo.

-Buenos días..- la voz ronca de Zayn inmediatamente alertó a Harry preocupándolo. Por lo que instantáneamente lo miró.

Su amigo estaba contra el marco de la puerta de la cocina, envuelto en una toalla y con marcas en todo su cuerpo, era notorio que la noche para algunos si había sido productiva.

-Jódeme! Zayn dónde está Liam? está bien?- Harry esta preocupado, tanto que se levantó de inmediato alcanzando a su amigo, pero la reacción de Zayn cambió y fue preocupante para Harry.

-Zayn solo quiero saber si está bien, soy amigo de ambos. me preocupan ambos.- intentó explicar.

-Es mío Harry.- su voz era muy dura y para nada amigable.

-Lo sé hermano... y cómo está?- intentó con más cuidado.

-El es mío Harry.. no me escuchas o qué?!.- y fue en ese momento que Harry comprendió a qué se refería el morocho con aquellas palabras.

-Carajo... Dios! lo hicieron?- la sonrisa burlona y la ceja alzada de Zayn le hiso notar la obviedad de aquella pregunta.

-Mierda claro que lo hicieron.. quiero decir si... lo marcaste?- dijo al fin.

-Crees que está mal?.- ahora el ojimiel había cambiado su tono de voz a uno más triste.

-Hermano de verdad me estás preguntando eso?.. estoy muy feliz Zayn!! al fin dejarás esa estupidez de celos que tienes conmigo y podrás entender que no siento nada más por él que lo mismo que siento por ti... solo que es más gracioso ponerte de mal humor a ti que a él.- rio por lo alto contagiando a Zayn y a los otros dos alfas.