Miércoles

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Harry y Louis bajaron por el ascensor que daba directo a la puerta de emergencia que salía por el lado de atrás del edificio, por lo que no se toparon con Marcus en ningún momento.

Apenas Louis posó su cabeza en el respaldo del asiento se durmió y no despertó hasta que sintió como Harry caminaba cargándolo escaleras arriba.

-Hazz?..- su voz era tan dulce cuando salía adormilada, el alfa se prometió a sí mismo escucharla por el resto de su vida.

-Ya llegamos Lou, te dormiste después que subiste al auto.- lo miró unos segundos mientras terminaba de subir la escalera.
-Te llevo a la habitación, puedes ducharte y desayunamos algo juntos después de eso.-

Habían llegado a la habitación y el alfa simplemente lo depositó en la cama como si fuera lo más frágil que había tocado nunca.

-Te parece bien?- Harry se había puesto de cuclillas frente al omega, mirándolo como si fuera un ángel. Estiró su mano y acomodó un mechón rebelde de su cerquillo, haciendo que el ojiazul serrara sus ojos y sonreirá tiernamente a la vez.

-Si.. Harry.?.- el castaño sostuvo su mano antes de que la quitara.

-Dime.- escuchó atento.

-Puedes... Tu querrías... Bueno...- miró hacia el costado desviando sus miradas.

-Lou, puedes decirme y pedir lo que sea. No te avergüences.-

-Me gustaría que... me gustaría que me ayudaras a lavarme.- los ojos de Harry se agradaron por la sorpresa y Louis comenzó a quedar de un color carmesí hermoso.

-Claro.. Yo.. por supuesto bebé. Espera aquí, voy a preparar la tina, será más cómodo así.-

Harry se levantó tranquilamente besando la cabeza de Louis antes de voltear en dirección al baño.

Unos minutos después Louis apareció detrás del alfa que se encontraba agachado probando el agua con su mano derecha totalmente absorto en sus pensamientos que ni siquiera sintió su presencia allí.

Louis estaba cubierto sólo con su camisa y nada más debajo. Estaba descalzo tocando el frío suelo que hacía que todo su cuerpo se sintiera relajado.

Carraspeo un poco su garganta para llamar la atención del ojiverde, quien volteó inmediatamente.
Sus ojos recorrieron seductoramente a Louis de arriba a bajo como si estuviera analizando detenidamente cada parte de su omega.

Sus mentes estaban reviviendo recuerdos que ahora ya no parecían tan lejanos.

El alfa tragó grueso y se incorporó sin quitarle la vista de encima.

-Está pronta.. Le puse hierbas relajantes y otras aromáticas para que te sientas a gusto.- dijo con su voz entre cortada acercándose al omega.

Estiró su mano para que Louis la tomara y acto seguido lo atrajo hacia él.

-Te ves hermoso Lou.- un beso casto en la mejilla izquierda sobre la comisura de sus labios lo hizo jadear un poco.

El alfa le quitó la camisa y lo ayudó a entrar al agua.
El cuerpo de Louis se erizo por el contacto del agua justo a la temperatura exacta, pudo sentir como su cuerpo entero se relajaba aún más.

-Te gusta?.- inquirió el ojiverde interesado.

-Esta perfecta, gracias.- Louis tenía sus ojos cerrados y al alfa a su espalda.

Harry frotó sus manos una contra otra y luego empezó a masajear el cuello y hombros del castaño.
Louis se sentía tan bien que soltaba ronroneos de placer.

Ninguno de los dos supo en qué momento pasó, pero Louis había volteado quedando frente a Harry y de un momento a otro lo estaba besando con pasión, sujetandolo por el cuello mientras el alfa sostenía las caderas de Louis.

El omega bajó sus manos al torso del alfa y comenzó a desabrocharle los botones de la camisa despojandolo de ella, mientras Harry seguía besándolo como si nada en el mundo pudiera evitar que dejara de hacerlo.
Cuando se separó para tomar aire y observar a Louis, pudo notar que el omega ya lo había despojado de su camisa y también había desabrochado su pantalón.

Harry lo volvió a mirar a los ojos con una mirada más que seductora y con una de sus cejas alzadas.
-Lou..- trató de hablar.

-Sssh por favor, te necesito.-

Harry ni siquiera volvió hablar. Nuevamente lo besó con locura mientras terminaba de bajarse el pantalón y su ropa interior, y en menos de 2min estaba dentro de la tina junto a su omega.
Louis se sentó sobre él refregandose y besándolo por todos lados.

Harry estaba perdido, su corazón se había disparado y su respiración era pesada casi dificultosa.

Louis lo tenía sujetado por el cuello con su mano izquierda y con la derecha buscaba insaciable el roce de la piel de su alfa.
El ojiverde tomó un respiro separándose del omega observándolo como todo un depredador.

-Quiero follarte Lou... Quiero follarte tanto que me recuerdes en cada paso que des mañana y el día siguiente y el siguiente a ese.- su voz entre cortada y jadeante hacia que el omega de Louis se volviera loco y que se mesiera de todas las formas posibles para sentir la fricción entre sus cuerpos.

Harry podía oler y sentir el delicioso fluido del ojiazul empapando su entre pierna de forma abrupta.

-Alfa.. Tómame. Quiero que me folles, te necesito.-

Harry no esperó un segundo más y lo levantó de una sola vez en el aire llevándolo a la cama...

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07:00 a.m.
Miércoles

La tenue luz de día comenzaba a invadir la habitación de Harry, quien en ese momento se encontraba en la cocina preparando el desayuno para su precioso omega.

Louis por su parte, reposaba cómodamente en la gran cama del alfa, acurrucado por completo en medio de ella.
Había estado evitando moverse demaciado por el dolor que le causaba hacerlo, realmente la noche había sido muy fructífera.

El sexo entre ellos había sido increíble, Harry se encontraba recordando precisamente el momento en que el omega gemía su nombre aferrado a las sábanas sonriendo como si jamás hubiera recibido tanto placer, satisdación y amor a la vez. De solo pensarlo el ojiverde se ponía duro otra vez queriendo salir disparado a la cama para volver a tomar a su omega una y otra vez, pero quería sorprender a Louis con un gran desayuno.

Unos minutos después el alfa atravesó la entrada de su cuarto encontrando un pequeño bollito enredado y perdido entre las sábanas de la cama. Harry no pudo evitar pensar que esa era la única forma en la que quería encontrar su cama todos los días desde ahora en adelante.

El alfa dejó el desayuno en la mesa de luz y se tumbó en la cama acurrucándose junto a Louis que emitía bajos ronroneos luego de sentir aquel cuerpo caliente junto a él.

-mmm buenos días alfa.-

-Buen día bebé, dormiste bien?-

-Si, aunque desearía no tener que moverme el resto del día, pero sé que no podemos hacer eso.-

-Lo siento Lou, hoy es un día importante en la empresa. No puedo faltar.-

-Cualquiera diría que el jefe pude hacer lo que guste.-

-Pues si, y deseo ir a la oficina. Aunque puedes esperarme aquí si lo prefieres. Puedes hacer lo que deses el resto del día cariño.-

-Si tu vas, también iré e incluso iría si no tuvieras que ir.-

-Bien, entonces ambos iremos. Preparé el desayuno, huevos revueltos con tostadas, un poco de frutas, jugo de naranja hecho por mi y café o té si lo prefieres.-

-Vaya, es demasiado.. a mi se me queman hasta los pancake..- ambos rieron como tontos por aquello,

-Descuida Lou, puedo encargarme de la cocina.- rio por lo bajo dejando en obviedad quién se encargaría de las tareas culinarias.

La felicidad en manos de un prostituto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora