El comienzo

50 2 0
                                        

~Temo que cuando leas esta nota, sea el final de todo.

Tal vez nunca tuve una oportunidad, tal vez creer que la vida mejoraría sería un error.

Tal vez intentar quitarme la vida desde un principio hubiera sido más fácil.

L.T. ~

Esas fueron las últimas palabras que Louis escribió en una simple nota el día en que pensó quitarse la vida y de eso había pasado poco más de seis meses.

Louis tenía 20 años, trabajaba y se había recibido en una carrera de administración contable hacía poco.

En qué trabajaba?, pues... comenzó siendo un prostituto. Sí, eso era.

Un prostituto con estudios y muy bien pagado, con la mejor reputación y beneficios que algunos dentro del negocio solo soñaban con tener.

_______

Apenas tenía 12 años cuando su madre lo vendió a un proxeneta de Los Ángeles.

Louis no sabía nada de la vida en aquel momento, apenas estaba entrando al secundario y no tenía idea de las deudas que su madre y padre tenían y cuando lo supo ya era muy tarde hasta para huir.

Su madre lo vendió para saldar sus deudas. Era un niño bonito, omega, joven y virgen.
Maleable a gusto de cualquier proxeneta, era inocente y sin ningún poder para hacerse respetar o fuerza para defenderse.

Dentro de todo lo malo por lo que tuvo que pasar, Louis siempre rescantaba que Paco - su proxeneta- le había dado tratos preferenciales como los cuidados, la comida, voz y voto en ciertas cuestiones. Lo había dejado continuar estudiando, tanto así que terminó el secundario con 17 años gracias a su gran capacidad de aprendizaje y luego se le permitió estudiar administración contable.

Louis ganaba bien, solo trabajaba para gente de niveles adquisitivos muy elevados. Por lo general eran esas personas las que pedían turno para estar con él y la fila era bastante larga.

Paco siempre se encargaba de revisar los perfiles de cada persona con la que Louis se acostaba. No solo estados físicos sino también psicológicos, el viejo alfa no permitía que nadie se propasara con sus productos.

*Aunque pensándolo bien era bastante irónico, no?..

Louis había aprendido a querer a Paco como si fuera su padre, uno que jamás le mintió en absolutamente nada y que a su forma siempre lo cuidó.
Paco por su parte no tenía consentidos salvo Louis, él era su pequeño niño. Lo cuidó desde el primer día que fue a buscarlo y lo protegió como si fuera un diamante en bruto.

A medida que Louis crecía Paco pudo notar que su rebeldía no podía ser corregida con simples castigos por desobediencia, así que aprendió a darle libertades con ciertos límites. Límites que Louis siempre aceptó con pesar pero lo hacía.

Louis era un chico fuerte pero apenas cumplió sus 20 años todos a su alrededor comenzaron a notar su tristeza.
No comía como debía, ocultaba sus pastillas para la ansiedad y no estaba completamente al cien por ciento en nada de lo que hacia.

Generalmente Louis irradiaba alegría y fortaleza pese a la vida que llevaba pero en ese último tiempo todo el mundo notaba que algo no iba bien.

No fue hasta que Paco lo encontró medio muerto en el baño de su habitación y la nota tirada sobre su cama, que entendieron lo realmente jodido que estaba.

La felicidad en manos de un prostituto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora