𝗔𝗺𝗼𝗿𝗼𝗺𝗲𝘁𝗿𝗼 ♥︎𓆉︎♥︎ España x Italia

💛𓆉︎ 9. 𝗣𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗲𝗿 𓆉︎💛

Todo estaba yendo de maravilla, las entrevistas habían ido bien y ahora tan sólo quedaba disfrutar del resto del evento hasta que éste llegase a su fin.

Italia, como casi siempre, se encontraba junto a Grecia, que se había puesto más elegante que nunca y llevaba un vestido largo hasta arriba de brillo. Aunque al menos le quedaba bien. Rusia se había ido a ligarse a Alemania, con la esperanza de que el alemán le hiciera algo de caso e Italia todavía no había visto a España por ninguna parte. Seguramente se encontrara con Portugal o con Noruega.

O al menos eso era lo que pensaba hasta que vio que, sorprendentemente, se encontraba con Italia Fascista.

Al principio no le dio mucha importancia al asunto, pero luego cayó en la cuenta de que eso no podía ser nada bueno. Su padre no le tenía especial cariño al español, y le veía capaz de cualquier cosa.

De modo que le pidió a Grecia que se esperara unos minutos donde estaba y se acercó inocentemente hacia donde el italiano y el español se encontraban. Le hizo un gesto con la mano a ambos como saludo.

—¡Hola! —hizo una breve pausa, mirando a España. El menor parecía algo agobiado—. España, ¿No quieres venir conmigo? Creo que Noruega anda por aquí, y Grecia dice que le apetece verte.

Casi de inmediato, el menor se levantó de su asiento y se acercó a Italia con algo de rapidez.

—Está bien.

Italia se dio cuenta al instante de que España no estaba bien, principalmente porque no sonreía ni tenía esa expresión tierna en la cara. Y supo de inmediato que el responsable era su padre.

Afortunadamente, España vio a Grecia en ese momento, a lo lejos, y la chica le hizo un gesto con la mano para que se acercará, de modo que Italia pudo dirigirse hacia su padre sin problemas.
El más mayor parecía bastante tranquilo, y eso en general no era bueno.

—Oye —llamó Italia, con voz algo enfadada. Odiaba que su padre le tuviera tanta manía a ciertos países—. Dime qué le has hecho a España.

—¿Qué te piensas que le voy a hacer? —quiso saber Italia Fascista, como si la pregunta le ofendiera—. Él tan sólo se sentó a mi lado y yo aproveché y le dije lo que pensaba sobre él.

—¿Por qué no dejas en paz a mis amigos? —preguntó Italia con molestia. Italia Fascista frunció el ceño antes de hablar, acercándose un poco más a su hijo, enfadado.

—Escúchame —le soltó el más mayor—. Si no te das cuenta tú solito, lo haré yo por ti: ese estúpido español solo se quiere aprovechar.

—¿Se puede saber qué dices? —respondió Italia, enfadado y sin entender nada. ¿Qué demonios se había bebido su padre para decir esas cosas? España era una de las personas más tiernas y amables que conocía, parecía que no tuviera cosas malas.

—Es un maldito aprovechado que te toma por tonto. Ese estúpido no puede estar contigo —le respondió su padre, levantándose con brusquedad de la silla. Italia frunció el ceño aún más, exactamente igual que hacía Italia Fascista.

—¡¿Te importaría dejar de decir esas cosas de España?! ¿O acaso tus amigos son unos santos? España no es ningún estúpido ni ningún aprovechado, y al igual que yo no digo nada malos de los imbéciles de tus amigos, tampoco digas tú nada de los míos —le respondió Italia, apretando los puños con fuerza. Su padre gruñó, pero no le dio tiempo a decir nada antes de que su hijo diera media vuelta y se alejara dando grandes zancadas hacia donde Grecia Y España estaban.

—¿Qué pasa? —Quiso saber España, pues había visto la discusión que había tenido Italia con su padre y no entendía por qué. Al menos España ya parecía encontrarse mejor.

Italia suspiró.

—Nada.

Gente, siento que esto fue más "defender" que "proteger", pero beh