💜𓆉︎ 19. 𝗔𝗰𝗲𝗽𝘁𝗮𝗿 𓆉︎💜

177 22 1
                                    

Abrió los ojos de inmediato cuando notó que alguien le abrazaba con fuerza, casi dejándole sin respiración. La luz del sol que entraba por la ventana le cegó y por unos momentos tuvo que cerrar los ojos hasta que se acostumbró.

En un principio, pensó que se trataba de Japón, pues había veces que era excesivamente cariñosa. Pero tampoco entendía por qué iría a abrazarle a él precisamente, pues veía más lógico que fuese a su padre, como siempre hacía.

Lo que no se esperaba en absoluto era abrir los ojos y ver a España allí, pegado a él con fuerza y sonriendo tiernamente. Entonces recordó que el menor había dormido en su casa. El día anterior, el español le había pedido quedarse a dormir allí, aunque fuese en el sofá, porque había empezado a llover con muchísima fuerza y se empaparía antes de llegar a casa. Además, le tenía un miedo horrible a las tormentas, aunque no lo quiso mencionar.

Y ahora, por alguna razón, se encontraba abrazándole con alegría. Italia no pudo evitar sonreír con cansancio.

—¿Qué haces? —preguntó, tratando de no parecer molesto. En realidad, no lo estaba. Todo lo contrario. Estaba demasiado contento con el gesto del español. Éste tardó algunos segundos en hablar, pero no respondió a su pregunta.

—Te quiero.

Las mejillas del más alto se iluminaron de un tímido color rojo antes de sonreír un poco más, enderezándose y devolviéndole el abrazo. Le dio un beso en la frente, mientras que España solo sonreía aún más.

—¿Acaso has cambiado de opinión? —preguntó el italiano, después de que el menor se separara de él.

—Sí —le dijo, cosa que sorprendió bastante a Italia. No se esperaba que respondiera eso, pues había hecho esa pregunta más o menos a broma. El menor sonrió con algo de timidez—. Quiero estar contigo.

A continuación, se inclinó un poco hacia él, estirándose todo lo que podía, para finalmente darle un corto beso.

Italia se quedó paralizado durante algunos segundos, mirándole fijamente y con un sonrojo en las mejillas. Terminó dando un leve respingo, regresando mentalmente al mundo y miró a España.

—O sea que, ¿quieres ser mi pareja de verdad? —preguntó, como si pensara que el español le estaba tomando el pelo. Tenía que asumir ese cambio de opinión del menor lo más rápido posible para no parecer tonto, pero le era imposible.

—Sí —respondió éste, antes de lanzarse hacia él para volver a abrazarle con fuerza.

Italia le devolvió el abrazo, sintiéndose más feliz que nunca. 

𝗔𝗺𝗼𝗿𝗼𝗺𝗲𝘁𝗿𝗼 ♥︎𓆉︎♥︎ España x ItaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora