Broken: no hay dónde pertenecer

Cap 1 - Penitencia

2010, noviembre.

La astronomía es, en mi opinión, una ciencia bastante interesante, lo que al parecer no es compartido por el resto de las personas en esta ciudad, lo que sin duda fue conveniente para Shield. Un observatorio en los límites de la ciudad era la entrada a un subterráneo que daba al subsuelo de la sede central de New York, había áreas de esta sede que estaban más resguardadas y la forma de entrar era esta, la oficina de mi jefe era una de esas áreas y me encontraba en camino a ella para reunirme con él junto a mi compañero. Pasar con él por este lugar me traía a la mente un recuerdo de cuando nos conocimos, de una forma bastante... particular.

-Es un caso bastante particular- dijo él mientras conducía, haciendo que dirigiera mi vista desde mi lado del camino hasta él.

-Sí, lo es- le respondí.

-Todo lo que sabemos que ha hecho ha sido impresionante, al menos en un nivel normal, pero esto, es simplemente... particular- notaba que los hechos lo habían impresionado, era raro que ocurriera, se pensaría a simple vista que Phil Coulson es una persona que se sorprende con facilidad, pero la verdad, pocas cosas lograban llamar su atención.

-Podría decirse, aunque en mi opinión puede ser también algo bastante peligroso.

-Quizás, pero, todo lo es en realidad.

-Claro, todos los días un millonario mujeriego sobrevive sospechosamente al huir de una peligrosa organización terrorista- le dije apretando los labios mientras fijaba mi vista al frente.

-Que graciosa,- dijo y noté por el rabillo de mi ojo que había volteado a mirarme con su distintiva sonrisa y luego volvió a mirar al camino- tendremos que averiguar que sucedió.

-Tranquilo vaquero, primero veamos que nos ordena Nick- se rio ligeramente, era muy agradable su compañía, seguí mirando el camino y recordando vagamente ese día en que lo conocí, una sonrisa nostálgica invadió mi rostro sin darme cuenta, no lo habría hecho, a no ser que Phil me lo hubiera hecho saber.

-¿Sabes sonreír?- lo miré graciosa por su pregunta.

-Sonrío sólo en ambientes de mi agrado, quizás por eso no me habías visto hacerlo- bromeaba, me gustaba estar con él, bueno, tampoco es que tuviera con quien más estar.

-Auch, eso me dolió, y soy vengativo, ya deberías saberlo, quizás podría arrojarte fuera del auto en movimiento para sentirme mejor- bromeó y reímos juntos.

-No sería mala idea, Nick no debe estar de mejor humor, una vez más arruinamos su visita a New York.

-¿Arruinamos?, eso es una expresión muy general, tú lo hiciste, después de todo tú quisiste informarle este caso, aunque me agrada que te intereses por algo nuevamente, no me malinterpretes.

-Ambos le enviamos la información.

-No es que tuviera opción, digo, pusiste mi nombre en el archivo, no era mucho lo que podía hacer.

-Bueno...- balbucee buscando una respuesta-...- no la tenía, además de enviar el archivo del caso con su nombre y el mío, le avise que lo hice al día siguiente- de todas maneras me ibas a apoyar, ambos lo sabemos.

-Pues claro... es mi penitencia desde hace años- bromeó.

-Que dices- golpeé suavemente su hombro- te fascina mi compañía, soy un encanto.

-Oh claro, sobre todo cuando tienes hambre.

-En esos casos no soy yo- ambos reímos y mi nostalgia desapareció.

Después de unos minutos, llegamos al subsuelo de la sede, descendimos del vehículo y nos dirigimos por el ascensor hasta llegar a la oficina de nuestro jefe, normalmente no hay un lugar específico donde localizarlo, pero ya que estaba en New York pudimos encontrarnos con él aquí. Phil se quedó afuera de la oficina y cuando entré, Nick esperaba de pie detrás de su escritorio con la vista en la ventana y sus manos entrelazadas en su espalda.