Broken: no hay dónde pertenecer

Cap 17 - Un favor

-¿Tan malo es?

-Pues... no lo sé.

-Es lo que siempre te atormentó, ¿no es así?

-Claro, siempre te lo dije.

-Bueno... entonces, si siempre te ha preocupado que los demás se enteraran de tu pasado, creo que empezar contándolo tu misma es mucho mejor.

-Quizás lo es, no me agradan las mentiras.

-Lo sé, te conozco.

-Aunque... no sabe quien soy del todo.

-Ya habrá tiempo para eso, no es tan importante, ahora... creo que deberías despertar, están tocando la puerta hace un buen rato.

-No! espera, Phil!...

Abrí mis ojos de golpe. Respiraba agitadamente. No sabía cuánto había dormido, ni siquiera cuándo comencé a hacerlo, sólo desperté y estaba tirada en el sofá destapada y descalza. Escuché que golpeaban la puerta suave pero rápidamente.

-Chloe, ¿estás ahí?- escuché a Steve detrás de la puerta.

-Ya voy,- respondí frotando mi cara y pasé mis manos por mi cabello, abrí la puerta y Steve me miró unos segundos, debía verme horrible- ¿Qué sucede?

-Yo... quería saber cómo estabas, ayer sólo te fuiste, ni siquiera pude disculparme.

-Bien, yo...¿disculparte?, ¿por qué?- pregunté extrañada.

-Por todas las preguntas que hice, todo lo que dijiste, si fue demasiada información para escuchar en un día para mi no me imagino cómo fue para ti contarla, es toda tu vida, no quise ser imprudente, sólo... no supe cuándo parar de preguntar.

-O sea... te disculpas pero... ¿no estás molesto?- frunció el ceño.

-¿Molesto?, no, no no, ¿por qué lo estaría?

-Porque te oculte quien era desde que nos conocimos.

-Pues, sí, lo hiciste, pero me lo contaste.

-Meses después.

-Pero lo hiciste, digo, que de haberme enterado yo quizás lo estaría, pero no es el caso, el caso es que me estoy disculpando contigo, Chloe.

-De acuerdo, no te preocupes... entonces, ¿seguirás diciéndome así?

-Eso creo, no conocí a Annika, sólo a Chloe, y creo que son dos personas distintas, aunque Chloe sea molesta la prefiero a ella- rio.

-Toleraré eso,- reí también- ¿Quieres pasar?

-Claro,- entró y cerré la puerta detrás de él, se paró en el pasillo, desde donde se podía ver mi habitación- ¿por qué no abriste antes la puerta?

-Ah, dormía.

-Pero...-apuntó mi cuarto- tu cama está ordenada.

-Ah si, dormí sobre el sofá.

-¿En serio?

-Claro.

-¿Por qué?

-Siempre lo hago, lo hacía, no es la gran cosa- me miró y pasé por su lado en dirección a la sala- ¿Quieres un café?

-Esta bien, te serviré como compañía para que desayunes.

-No hace falta, no tengo hambre, tomaré café.

-No está bien no desayunar.

-Está bien, luego comeré algo- serví los cafés y los puse sobre el mesón, me senté por el lado de la cocina y Steve frente a mi por el lado de la sala.