Capítulo 8. La conozco, pero su nombre lo olvide.

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Narra Elián.

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Es sorprendente como es que las personas estamos unidas de alguna manera a otras, es una coincidencia. Y ella está aquí. Sin saber que hacer, sin saber si acercarme a ella o no. Quizá no me recuerde o quizá sí. Necesitaba hacer algo, pero no sabía que hacer, mi mente se quedó en blanco ¿Por qué esa reacción? No lo sé.

Fue una gran sorpresa verla aquí, cerca y consciente, no como la vez que la vi por primera vez en la biblioteca desmayada en alguno de los pasillos. Suena un poco raro, pero así es como la vi. Han pasado varias semanas desde ese entonces. Sigo sin creer que estemos en el mismo lugar y sus amigos sean del mismo circulo de amistad al que ambos pertenecemos. La vi llegar con Julissa una de mis amigas desde la secundaria y preparatoria, y con otra muchacha.

Juli, se alejó de ellas y camino hacia nosotros. No le despegue la mirada a ella, hasta que volvió a entrar a la casa.

Quería preguntarle a Juli en cuanto se acercó a nosotros sí sabe cuál es su nombre, sigo sin poder recordarlo. Estaba decidido a acercarme a saludarla de manera cortes, decirle que yo fui quien la ayudo primero a despertar del desmayo y lo más importante, saber su nombre de nuevo. Espero tener suerte.

Tardo un poco, mi paciencia se estaba apagando cuando la vi salir de nuevo con su amiga, y en una de sus manos el vaso con su bebida. Al parecer iban a acercarse a un grupo donde se encontraban varios de mis amigos. Ella se detuvo y le entrego sus pertenencias a su amiga, porque vi que metió sus manos debajo de su blusa, probablemente se le deshizo el nudo del bikini. Estaba siguiendo a su amiga mientras observaba las luces que iluminaban el jardín y este era el momento perfecto para poder llamar su atención y acercarme.

Me puse de pie y tomé la botella que estaba a punto de acabarse.

—¡Hey! ¿A dónde vas? –preguntó Leandro, uno de mis amigos.

—Se está acabando la botella, iré a prepararme mi bebida con lo que queda y les traeré una nueva ¿les parece? –los mire a todos y voltee a ver si aún seguía en donde mismo, pero ya estaba avanzando hacia su amiga.

—Vale, pero no tardes –comentó Julissa sonriéndome.

—No tardo –camine de espaldas hacia atrás –Pero oigan ¿traigo de la misma? –grite un poco para que me escucharan y alce el brazo donde tenía la botella en la mano.

—Si de la misma –gritaron al unisonó – ... ¡Alto! ¡Cuidado! ¡Vas a chocar con alguien! –estaban gritando, pero no los escuchaba muy bien. Hasta que choque con alguien por accidente y cayo directamente a la piscina. ¡Mierda!.

Me gire rápidamente para ver a quien avente a la piscina por accidente. Supe que fue a ella a quien choqué por accidente provocando que cayera al agua. Mierda, mierda, mierda. Su amiga se acercó a mi bastante molesta y comenzó a decirme de cosas. Mi intención iba ayudarla a salir, pero ella se salió sola, maldita sea, así no era mi plan. Se acerco al lado de su amiga dándome la espalda, estaba molesta, quien no lo estaría cuando recién llegas a una fiesta.

—Ya dije que fue un accidente –le respondí a la amiga que no dejaba de decirme de cosas –Hey, chica –le hable para llamar su atención e intente acercarme, pero me lo impidió la amiga.

 —No. Ni lo pienses, ten cuidado por donde andas –exclamó furiosa.

—Vámonos –la tomo del brazo jalándola hacia adentro de la casa.

Se me fue mi oportunidad. Soy un estúpido. —Deja busco una toalla por ti – murmure para mí mismo mirando como se esparcía entre las personas.

Suspire rendido y regrese con los demás sin mi bebida, pero lo más importante sin presentarme a ella, sin saber su nombre y sin poder ayudarla por haber provocado que se cayera por mi torpeza.

Me senté en donde estaba anteriormente y todos se me quedaron viendo.

—¿Qué miran? –soné un poco molesto.

—Nada, nada. Solo que creemos que te comportaste un tanto extraño hace unos momentos –menciono Jason. Y solo me les quede mirando.

Bufe rodando los ojos. —La conozco... bueno más bien ya la había visto antes, varias veces.

—Vaya, que pequeño es el mundo ¿no? –expreso Julissa para después beber de su bebida.

Los demás asintieron y me miraban de manera divertida.

—Y ¿de dónde la habías visto antes? –sabia que alguno preguntaría, y esta vez fue Leandro quien pregunto con curiosidad.

—Trabaja en la biblioteca pública –deje en el suelo la botella –Lo sé porque fui a buscar unos libros, obviamente –sonreí de lado –Pero la vi tirada en uno de los pasillos inconsciente como vi que nadie se acercó, yo me acerque ...

 —Uy, como el héroe de la chica –dijo bromeando Ian.

Rodee los ojos y continue contando. —Intenté de todo, le puse gel con alcohol sobre la nariz, con un trozo de chocolate, porque también ayuda ... y a los pocos segundos se acercó un chico que al parecer es su compañero de trabajo, se le veía preocupado. En fin, reacciono, le di el chocolate, pero el chico se lo quito diciendo su nombre, el cual no recuerdo y por eso es que reaccione así –sabía que seguramente Julissa sabe su nombre.

Juli levanto la mano sonriendo. —Yo sé su nombre, te lo puedo decir si quieres.

Negue rápidamente. —No –exclame –Tengo que encontrar una manera de yo preguntárselo, gracias Juli, pero no.

—Bueno, entonces suerte con saber el nombre de la chica misteriosa –dijo Leandro moviendo sus dedos al decir las últimas palabras de la oración.

Les sonreí y ellos continuaron hablando de otra cosa. La verdad es que no les hice mucho caso, fijé mi mirada en donde se suponía donde es la entrada al jardín esperando por suerte volver a verla salir, pero solo salió su amiga, sola. Se fue por mi culpa.

No es que yo sea un acosador ni nada por el estilo, pero realmente necesito saber de nuevo su nombre. No importa si me llega a evitar cuando me acerque a ella, lo volvería a intentar las veces que sean necesarias para saber de ella.

Trate de no pensar en diferentes maneras de ir a buscarla o acercarme, así que, disfrute de la fiesta que Julissa planeo días anteriores. Bebí con mis amigos, baile con algunas chicas que conocía muy poco. Y así durante toda la noche. Y cuando ya me había pasado de tragos o más bien de vasos servidos, volví a pensar en ella. 



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Continuará.

Al Fin Te Encontré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora